El magistrado del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Teruel, Jorge Cañadas, se ha convertido en pionero a la hora de fomentar la celebración de juicios por vía telemática. Para ello, ha iniciado el uso de las salas de videoconferencia que el Gobierno aragonés ha puesto a disposición de los órganos judiciales durante el estado de alarma. Con esta herramienta, pretende llevar a cabo todo tipo de actuaciones sin la presencia física de los intervinientes. Su objetivo es evitar aglomeraciones en la sede judicial una vez se inicie la desescalada del confinamiento por la pandemia de Covid-19 y regrese la actividad a los juzgados, ahora reducida a los asuntos más urgentes.

Cañadas quiere “contribuir” a la recuperación de la normalidad en el Palacio de Justicia de Teruel "con la mayor agilidad posible" y evitando contagios entre trabajadores y público. “El proceso de desescalada será largo y no será conveniente, por cuestiones sanitarias, la concentración de un gran número de personas”, explica el juez. “Por ello –continúa–, la vía telemática se convierte en una herramienta de trabajo muy útil en estos momentos”.

Fue la DGA quien, a raíz de la pandemia, creó una sala virtual de videoconferencias para facilitar la labor de los respectivos juzgados de la Comunidad Autónoma durante el estado de alarma. A partir de esa dirección oficial de Internet, Cañadas ha simplificado la forma de conectarse con dicha sala y ha dispuesto el mecanismo para que abogados, procuradores, testigos, peritos y partes procesales, puedan participar de manera remota con su ordenador, tablet o teléfono móvil con micrófono y altavoces, siempre que cuenten entre sus programas con un navegador para conectarse a Internet.

"Como una reunión por Skype"

El sistema ha sido probado con éxito y permite, según Jorge Cañadas, la participación de todos los intervinientes autorizados. Funciona, explica el magistrado, como una reunión a través del conocido software Skype, si bien cuenta con garantías procesales. Destaca que se celebra en un entorno definido y homologado por la DGA y, además, queda grabado en el sistema Fidelius, el utilizado oficialmente en las sedes judiciales. “Es como realizar un procedimiento en la sala de vistas, pero fomentando el teletrabajo y sin contagios”, subraya el juez.

Jorge Cañadas admite que hay disposiciones que aluden a que, determinados procedimientos judiciales deben llevarse a cabo con la presencia física de los participantes. “Pero estas normas deben aplicarse de acuerdo a los tiempos que se están viviendo y pueden flexibilizarse”, afirma. “Hay un riesgo sanitario y debe ser tenido en cuenta”, añade.

El magistrado augura que el desarrollo de los procesos judiciales –incluidas las vistas orales– por vía telemática “será un éxito” y afirma que él utilizará “al máximo”, y siempre que haya acuerdo por parte de los intervinientes, las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y que evitarán los desplazamientos a los juzgados.

Cañadas asegura que, una vez levantado el estado de alarma, se producirá un “tsunami” en los juzgados por el aumento de la litigiosidad en materia de despidos, alquileres, contratos o hipotecas. Lamenta que esta situación llega a unos órganos judiciales “sobrecargados” de trabajo y con la menor ratio de jueces por habitante de la Unión Europea. Por ello pide un incremento de plantillas y que se potencie el teletrabajo.