Teruel

Teruel se queda sin Vaquilla por culpa del coronavirus

Los peñistas confiesan tener el corazón "roto", pero coinciden en que la tragedia sanitaria por el Covid-19 obliga a cancelar los festejos

Teruel
Un momento de la reunión de esta mañana en la que se ha acordado suspender La Vaquilla de 2020.
Heraldo

Un desgarro en el corazón, esto es lo que han sentido muchos peñistas turolenses al conocer que las Fiestas de La Vaquilla del Ángel han sido suspendidas este año debido a la pandemia de coronavirus y a las medidas de aislamiento y prevención que impone esta enfermedad para evitar contagios.

La drástica medida ha sido acordada esta mañana de forma unánime por el Ayuntamiento y representantes de las 21 peñas vaquilleras y de la Asociación Soga y Baga –encargada de sacar el toro ensogado por las calles–. Todos ellos –un total de 26 personas– han mantenido una reunión telemática durante más de una hora en la que han constatado  "la imposibilidad" de celebrar unos festejos que implican aglomeraciones de gente, en la calle y en determinados recintos, prácticamente a todas horas.

"La Vaquilla son miles de personas disfrutando en la calle y pasándolo bien; no se entiende una Vaquilla diferente y, por eso, en las circunstancias en que nos encontramos este año, no podemos celebrarla", ha manifestado la alcaldesa, Emma Buj. En la reunión se ha puesto sobre la mesa un cambio de fecha, pero también ha sido desestimado  ante la previsión de que las restricciones en cuanto a concentraciones de gente perduren hasta final de año. Buj ha agregado que, además, "la Vaquilla, o es en julio o no es".

El presidente de la Asociación Soga y Baga, Valentín Calvo, ha considerado que la supresión de las fiestas mayores de Teruel "es un palo muy duro". Ha recordado que el coronavirus ya se ha llevado por delante el Congreso Nacional del Toro de Cuerda que iba a celebrarse en junio en Teruel y con el que llevaban dos años trabajando. "La emoción de sacar el toro por las calles corre por nuestras venas y ahora la tristeza nos invade a todos", ha subrayado.

Carlos Perales, presidente de Interpeñas y miembro de La Botera, confiesa haber sentido "un vuelco en el corazón" al ser "consciente" de que este año no habría Vaquilla. No obstante, apuesta por anteponer "la salud al espíritu vaquillero" y "pensar que en 2021 tendremos las mejores fiestas". Agrega que por respeto a quienes han perdido un familiar, "tampoco es momento de celebraciones".

La presidenta de El Disloque, Araceli García Calvo, considera que el coronavirus ha provocado "una tragedia sanitaria" ante la que La Vaquilla "puede esperar". No oculta, sin embargo, sentir "una gran pena" ya que "en Teruel las Fiestas del Ángel se viven con locura". El Disloque era la encargada este año de poner el pañuelo al Torico, un acto emblemático que reúne a más de 7.000 personas.

Rubén Martínez, miembro de la directiva de El Ajo –una de las peñas más multitudinarias con 700 socios–, dice tener el corazón "roto". "Un verano sin Vaquilla va a ser un verano muy largo", afirma. Admite, no obstante, que la cancelación de estas fiestas "es lo mejor para todos".

El presupuesto municipal destinado a las Fiestas del Ángel, en torno a 300.000 euros, será reasignado ahora para atender necesidades sociales y económicas derivadas de la crisis del coronavirus, como explica el concejal de Fiestas, Javier Domingo. "No hay otra solución ahora que luchar contra el virus", dice.

El cronista de la ciudad de Teruel, Vidal Muñoz, recuerda que no será esta la primera vez que se suspendan las fiestas de La Vaquilla, si bien los antecedentes se remontan a la primera mitad del siglo XX y no respondieron a motivos sanitarios sino a los excesos que cometía la gente con los toros. Así ocurrió en 1908 y también en el periodo que fue de 1927 a 1931. Además, la Guerra Civil obligó de nuevo a cancelar los festejos y no sería hasta 1942 cuando los toros ensogados volverían a correr por las calles de Teruel.

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