El Ayuntamiento de La Fresneda ha declarado como no potable el agua de boca por estar contaminada por nitratos. Así se decidió tras conocer los resultados del último análisis del agua del grifo que llevó a cabo la comarca del Matarraña llevó el pasado viernes y que arrojó un resultado de 57 miligramos de nitratos por litro de agua, cuando el límite es 50. Por todo ello el consistorio emitió un bando en el que dejó claro que el agua de la red de abastecimiento no debe usarse ni para beber ni para cocinar, solo se puede usar para usos sanitarios.

En plena crisis por el coronavirus el Consistorio ha optado por comprar directamente garrafas de agua y repartirlas, puerta por puerta, a todos los vecinos para evitar así que los vecinos salgan de casa. Son los propios integrantes de la corporación municipal y los trabajadores del consistorio los encargados de llevar a cabo esta labor. “No queremos que se vuelva a repetir este problema así que hemos empezado ya a trabajar para contar con una nueva captación en el río Matarraña”, explicó Frederic Fontanet, alcalde de La Fresneda.

Se trata de un problema ya crónico en la localidad y que reaparece en años lluviosos. Los excesos de purines existentes, no solo en La Fresneda si no en todo el Matarraña, acaban filtrándose en el subsuelo, llegando a las aguas subterráneas. Municipios cercanos como La Portellada y Cretas han tenido que cerrar en los últimos años sus históricas captaciones por el mismo problema. Todo ello a pesar de que existen dos plantas de depuración de purines en Valderrobres y Peñarroya de Tastavins en las que la DGA invirtió hace una década 14 millones de euros pero que están paralizadas.