Arrancan las obras de la variante de Alcorisa con la previsión de que terminen en 2022

Las obras de la variante de Alcorisa en la carretera N-211 ya están en marcha y avanzan a buen ritmo. Los trabajos previos comenzaron ya a finales del pasado año y en estos días ya es posible ver a las máquinas trabajando sobre el terreno en distintos puntos de la localidad.

La construcción de la variante de Alcorisa es la única gran obra pública que, hoy por hoy, se está haciendo realidad en el territorio bajoaragonés. Si todo sigue según lo previsto, el proyecto estará ejecutado en su totalidad durante el verano de 2022.

"Cada vez se ve más movimiento de tierras y más maquinaria pesada, así como trabajadores en la zona. Ya están arrancando árboles y desde hace un mes están echando cemento en algunos puntos", detalla el alcalde de Alcorisa, Miguel Iranzo.

La constructora andaluza Azvi es la encargada de ejecutar el proyecto, que está financiado por el Ministerio de Fomento con un total de 32,1 millones de euros. La cuantía supuso una baja del 18% respecto al presupuesto con el que la obra salió a concurso. El grueso del desembolso económico se efectuará al final de la obra, cuando los trabajos estén lanzados. Inicialmente, en 2019 estaba previsto gastar un millón de euros, cifra que se incrementará hasta 7 millones de euros este año y que se disparará en 2021 y 2022, con 15 y 16,2 millones, respectivamente.

Además, las expropiaciones de los suelos necesarios para construir la variante, que tendrá casi siete kilómetros de longitud y afectará a unas 450 fincas, requieren un desembolso adicional estimado en 538.592 euros.

La variante pondrá fin al problema de seguridad vial que se registra en la travesía urbana de la N-211 en Alcorisa, una de las más peligrosas del territorio. De unos dos kilómetros de longitud, surca la localidad de extremo a extremo tras haber aglutinado en sus orillas la mayor parte de los comercios y servicios de la población.

La nueva carretera evitará que circulen por el casco urbano una media de 3.261 vehículos al día, buena parte de ellos, camiones que van de norte a sur de la provincia. La obra cuenta con el visto bueno de la Administración desde 1983, cuando se decidió proyectar el nuevo tramo.

Se actúa desde el punto kilométrico 208,400 al 214,500 de la N-420. En dirección Teruel, deja la localidad a la izquierda pasando cerca del campo de fútbol, la base de la helitransportada, la val de San Juan y la partida del Lecinar. Se optó por este tramo para minimizar afecciones y ocupaciones de vía. La nueva carretera será una calzada única con doble sentido de circulación. A lo largo del nuevo trazado habrá dos enlaces completos (uno al oeste en el kilómetro 0,5 y otro central en el kilómetro 4,9) y un semienlace (al este, en el kilómetro 6,3). Asimismo, dentro del proyecto se contempla la construcción de 13 estructuras, entre ellas, tres viaductos, tres pasos superiores y tres pasos inferiores.