Teruel

La DGA busca gestor para la planta de purines de Valderrobres, terminada en 2011 y parada

Las instalaciones costaron 8 millones, pero nunca funcionaron al quedar desierto el concurso

Teruel
En la imagen, la planta de tratamiento de purines de Valderrobres, terminada desde 2011 y sin funcionar.
Javier de Luna

El Gobierno aragonés intentará de nuevo poner en marcha las plantas de depuración de purines que hay en el Matarraña, una en Valderrobres y la otra en Peñarroya de Tastavins, ambas terminadas desde hace años, pero sin funcionar. Comenzará por la primera de ellas, la de Valderrobres, pero antes quiere conocer el interés que hay en el mercado, con el fin de que no vuelva a quedar desierto el concurso de adjudicación, como ha ocurrido ya en dos ocasiones.

Para ello, el Instituto Aragonés del Agua ha abierto una consulta como paso previo al inicio de los trámites para la licitación de la explotación de las instalaciones. El objetivo es poder valorar las distintas propuestas y no correr el riesgo de que todos los esfuerzos por aprovechar una depuradora muy necesaria en la zona debido al peso de las granjas porcinas en el empleo y la economía, sean en vano.

La depuradora de purines de Valderrobres se terminó en 2011 tras una inversión de ocho millones de euros, pero nunca llegó a ponerse en marcha. Desde el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno aragonés explican que la consulta de mercado previa permitirá también mejorar las condiciones de concesión y hacerlas más atractivas para el futuro gestor. En 2018, cuando tuvo lugar el segundo concurso de adjudicación, solo una empresa, de origen canario, concurrió y no pudo resultar elegida por no cumplir los requisitos exigidos en el pliego.

La invitación por parte de la DGA para hacerse con la gestión de la planta va dirigida a los operadores económicos interesados activos en el sector y que no tengan limitaciones para contratar, tanto empresas como profesionales. La consulta tendrá un mes de duración y desde el Instituto Aragonés del Agua aseguran que el pliego y las condiciones de licitación tendrán en cuenta las conclusiones que se obtengan de este sondeo preliminar de mercado.

Pese a que el territorio urge hace más de una década a encontrar una solución para el exceso de purines y los problemas de contaminación en las aguas subterráneas, lo cierto es que ninguna iniciativa llevada a cabo en los últimos años ha logrado prosperar. "Esperamos que en esta ocasión veamos algún avance, porque lo cierto es que es una instalación que costó mucho dinero y que no ha logrado cumplir su objetivo", explica Carlos Boné, alcalde de Valderrobres.

La planta fue diseñada, junto con la de Peñarroya de Tastavins –costó 6 millones de euros– para asumir parte de los excedentes de purines procedentes de las explotaciones ganaderas con la intención inicial de producir electricidad a través del biogás que se obtendría de los purines.

La inversión en ambas instalaciones superó los 14 millones. Pese a ello, ninguna de las dos ha podido cumplir hasta ahora su cometido. La planta peñarrogina llegó a funcionar 3 años aunque tuvo que ser paralizada en 2013 debido a su inviabilidad económica y a la falta de fondos para su mantenimiento. Mientras tanto, numerosos manantiales de la zona presentan contaminación por elevados niveles de nitratos. Poblaciones como La Portellada tuvieron que contruir una nueva toma de aguas después de que sus vecinos estuviesen casi 3 años sin poder consumir agua del pozo de agua del que durante décadas se abastecieron.

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