bienestar social

La atención a la discapacidad, sobre ruedas en Teruel

Cada día, 26 vehículos de la Agrupación Turolense de Personas con Discapacidad (Atadi) recorren 1.800 kilómetros para trasladar usuarios de 40 pueblos a 10 centros ocupacionales.

Usuarios de Atadi se desplazan en furgoneta/18-12-19/foto:Javier Escriche [[[FOTOGRAFOS]]]
Usuarios de Atadi, a su llegada al centro ocupacional de Teruel.
Javier Escriche

Cada día, una flota de 26 furgonetas adaptadas para transportar personas con discapacidad recorre Teruel para recoger a 200 usuarios de la Agrupación Turolense de Personas con Discapacidad (Atadi) y trasladarlos a los 10 centros que gestiona en la provincia. El operativo de transporte se complementa con autobuses urbanos –en la capital– y de línea, transporte escolar, taxis y con el servicio que proporcionan dos comarcas a través del programa europeo Iseal de movilidad para personas discapacitadas.

El recorrido diario de lunes a viernes de los vehículos adaptados de Atadi ronda los 1.800 kilómetros, con desplazamientos que en algunos casos superan la hora de viaje hasta llegar al centro de destino. El gerente de Atadi, Ramón Royo, explica que este esfuerzo logístico conlleva también un importante coste económico a razón de 0,55 euros por kilómetro. Royo justifica este despliegue por la voluntad de la asociación de prestar un servicio descentralizado que reduzca al máximo los desplazamientos de los usuarios para evitar su desarraigo y el de sus familias.

El gerente de Atadi señala que el precio de las plazas que abona la DGA por la atención a personas discapacitadas es el mismo en las tres provincias aragonesas, pero destaca que en Teruel el coste del transporte se dispara por la despoblación y la dispersión de la población. Las comarcas cubren entre el 40% y el 80% del gasto –salvo la Comarca del Matarraña, que asume el 100% del transporte a través de Iseal–, las familias piden ayudas de transporte al Gobierno aragonés y el resto se completa con los recursos propios de Atadi.

En el operativo de transporte colaboran 120 monitoras de los 10 centros de Atadi repartidos por Teruel, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Monreal del Campo, Cantavieja, Mora de Rubielos, Orihuela del Tremedal, Utrillas y Valderrobres. En estos establecimientos, los usuarios disponen de centros ocupacionales en los que se realizan actividades laborales y centros de día.

Una de las usuarias de Teruel, María Pilar Sebastián, de 30 años, coge cada día el autobús de línea en Villarquemado a las 9.30 para llegar a Teruel a las 10.10. Afirma que está «mejor» en el centro ocupacional de la capital que en su propia casa, porque, en Atadi, «al menos te sientes un poco útil». Actualmente, trabaja con sus compañeros en la preparación de pequeños juguetes para la cabalgata de Reyes en la capital turolense.

Uno de los viajes más largos para llegar a un centro ocupacional lo hace Alberto Díaz, que, con un 70% de discapacidad, cada mañana, desde hace 10 años, se sube en San Agustín a la furgoneta de Atadi a las 8.30 para llegar a Mora de Rubielos más de una hora después. Recorre diariamente 58 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta.

Su hermana, Pilar Díaz, valora de forma «positiva» el servicio de transporte. Además, señala que «no hay ninguna alternativa» para viajar hasta Mora en autobús de línea, lo que, en caso de no contar con la furgoneta adaptada, obligaría a los familiares a ir «todos los días» hasta la cabecera comarcal. Afirma que los usuarios del servicio están «contentos» porque se reúnen con los compañeros, llevan a cabo actividades y «salen de casa».

La mayor parte de los 300 usuarios de los centros de Atadi no residen en la localidad donde está la sede. Un centenar vive en las residencias de la asociación o en los municipios que disponen de centros de atención. Desde Atadi señalan que los recorridos diarios pueden ser largos y pesados en las zonas montañosas y de carreteras tortuosas. La base que tiene más usuarios de recogida diaria es la de Teruel, con 62 personas que toman el bus o se suben a los vehículos propios de la asociación, seguida de Alcañiz, con 29 personas que llegan de pueblos en el Bajo Aragón y Bajo Martín. Atadi Jiloca atiende desde Monreal del Campo la demanda comarcal y la del Señorío de Molina y el Alto Tajo, en Guadalajara.

Ramón Royo explica que la red de transporte que ha tejido Atadi también comporta un sobreesfuerzo para los monitores, para quienes tener carné de conducir «es básico». Royo remacha que el recorrido diario por 40 poblaciones de la provincia para transportar a las personas con discapacidad a sus centros de referencia es «la única forma» de conseguir el objetivo de ayudar a «vertebrar» el territorio con sus centros asistenciales en lugar de vaciarlo con traslados a residencias.

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