Teruel

El hijo de la anciana cuyo cadáver apareció emparedado en Pozondón admite que la mató

El juez toma declaración a los dos hermanos y el fiscal pide prisión sin fianza para ambos.

Pedro Blasco acusado dela muerte de su madre en Pozondon (Teruel). esconducida a la reconstruccion de los hechos Foto /Antonio Garcia/Bykofoto.20/06/19 [[[FOTOGRAFOS]]]

El hijo de la anciana cuyo cadáver apareció emparedado en la vivienda familiar de Pozondón reconoció tras su detención que había matado a su madre, Ángela Yunta, y posteriormente, emparedado el cadáver en un armario empotrado para seguir cobrando la pensión. La muerte se pudo producir hace dos años, aunque los restos de la mujer, de 88 años, no fueron localizados hasta el pasado miércoles gracias a la alerta cursada por el Ayuntamiento a los servicios sociales de la Comarca de la Sierra de Albarracín.

El subdelegado del Gobierno, José Ramón Morro, informó ayer de que el hijo de la octogenaria, Pedro Blasco, había reconocido que fue el autor de la muerte de la mujer. Pedro y su hermana, Isabel, que convivían con Ángela Yunta, ocultaron el cadáver para seguir cobrando la pensión de su madre, que ascendía a 1.000 euros mensuales. Los dos hijos están detenidos por los presuntos delitos de asesinato y estafa a la Seguridad Social.

A pesar de su confesión ante la Guardia Civil, Pedro Blasco respondió con un desconcertante "mi madre no está muerta" cuando fue interpelado por los numerosos periodistas que se encontraban apostados frente a su casa, un modesto inmueble de aspecto deteriorado de la calle La Iglesia, frente al templo parroquial. Pedro se disponía a participar en la reconstrucción de los hechos. Unos pasos detrás, llegó Isabel que, entre sollozos, gritó que no quería contestar a ninguna pregunta.

Durante la mañana, el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Teruel, Juan José Cortés, supervisó la reconstrucción del suceso con la participación de los dos hijos de la anciana fallecida y varios agentes de la Guardia Civil. Paralelamente, expertos de criminalística de la Comandancia recorrieron la vivienda en busca de pruebas y, además, se llevó a cabo una inspección de la casa que se prolongó durante más de tres horas.

Ya por la tarde, el fiscal encargado del caso, Benito Soriano, ha pedido prisión sin fianza para los dos hijos por un presunto delito de asesinato. El magistrado del juzgado de instrucción número 1, Juan José Cortés, ha tomado declaración a los dos sospechosos esta tarde y prepara el auto que decidirá si entran o no en prisión.

El juez, además, tiene previsto pedir  que se practique una prueba psicológica a los dos hermanos.

La familia formada por Ángela Yunta y sus dos hijos, Pedro e Isabel, de entre 55 y 60 años, llegó a Pozondón hace quince años procedente de Madrid, donde residía. Tras el fallecimiento del esposo de Ángela, que era natural de la localidad turolense, la viuda y los dos descendientes se trasladaron al pueblo.

Los vecinos de Pozondón, una localidad de 48 habitantes censados pero en la que solo viven de forma continuada una veintena de personas, explicaban ayer que la anciana, ciega y con graves problemas de movilidad, apenas salía de casa desde su llegada. Solo lo hacía cuando su hija la sacaba a pasear, pero desde hace un par de años las salidas habían cesado por completo, lo que extrañó al vecindario.

Un vecino señaló que los dos hijos no permitían que nadie entrara en su casa y respondían con evasivas a las preguntas sobre el estado de su madre. Una de las contestaciones fue que la anciana se había trasladado a una residencia de la vecina Guadalajara. El alcalde, Mario Cáceres, definió las respuestas como "esquivas e incoherentes".

Cáceres explicó que el pasado mes de abril un grupo de vecinos presionó al Ayuntamiento para que interviniera ante la falta de noticias sobre Ángela Yunta. El Consistorio se dirigió a los Servicios Sociales, pero Pedro e Isabel Blasco se negaron a que la trabajadora social entrara en su vivienda. Tampoco atendieron la llamada de la médico de la localidad y, finalmente, intervino la Guardia Civil, que en la mañana del pasado miércoles encontró el cadáver de la anciana emparedado y con síntomas de una larga estancia oculto tras un tabique.

El alcalde señaló que, desde que se había puesto en marcha el procedimiento para aclarar la situación de Ángela Yunta, sus dos hijos estaban "muy nerviosos". Cáceres explicó que Pedro Blasco es una persona "normal" que había hecho trabajos esporádicos para el Ayuntamiento, como el de alguacil. Añadió que era un hombre "de trato cordial, responsable y cumplidor con el trabajo". También aclaró que se trata de una persona muy "discreta", un rasgo que todavía es más extremado en su hermana, Isabel.

Tras estar presentes en la inspección de la vivienda familiar, los dos detenidos fueron trasladados por la Guardia Civil de regreso a la Comandancia de Teruel y hoy podrían pasar a disposición del juez instructor.

Durante toda la mañana de ayer, los vecinos de Pozondón, incluido el alcalde, desfilaron por el Ayuntamiento para prestar declaración ante la policía judicial de la Guardia Civil. También testificaron la trabajadora social que se ocupó del caso y la médico titular.

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