Teruel

Detenidos los hijos de una mujer cuyo cadáver podría llevar dos años emparedado en su casa

La víctima, una octogenaria ciega y con problemas de movilidad, habría muerto por ahogamiento o asfixia.

Detenidos por presunto asesinato los hijos de la mujer hallada emparedada en un armario de Pozondón
Detenidos por presunto asesinato los hijos de la mujer hallada emparedada en un armario de Pozondón
Bykofoto

Dos hermanos, Pedro e Isabel Blasco Yunta, vecinos de Pozondón de entre 55 y 60 años de edad, fueron detenidos este martes a mediodía por la Guardia Civil como presuntos autores del asesinato de su madre, Ángela Yunta Arroyo, una octogenaria cuyo cadáver fue hallado esa misma mañana dentro de un armario de la casa en la que vivían los tres en dicha localidad de la Sierra de Albarracín.

El armario, empotrado en una pared de la vivienda, había sido tapiado con cemento para ocultar su presencia. Fuentes próximas a la investigación apuntan, en base a las primeras actuaciones, que el cuerpo de Ángela podría llevar en ese lugar alrededor de dos años y que la mujer habría muerto de forma violenta, por ahogamiento o asfixia. Parece ser, incluso, que el hijo habría reconocido el crimen.

Los detenidos, ambos solteros, están investigados también por fraude a la Seguridad Social, al no comunicar a la Administración el fallecimiento de su madre. Al parecer, los dos hermanos cobraban todos los meses la pensión de su progenitora. La hipótesis con la que se trabaja es que Pedro e Isabel –ambos o uno de ellos– habrían acabado con la vida de su madre ante la dificultad que ofrecía proporcionarle los cuidados necesarios. Ángela estaba ciega y padecía demencia y problemas de movilidad que la mantenían postrada en una cama desde hacía un tiempo, indican fuentes de la investigación.

Fue el Ayuntamiento de Pozondón el que, hace unos dos meses, comunicó a los servicios sociales comarcales sus sospechas de que algo podría haberle ocurrido a la anciana al haber transcurrido bastante tiempo sin ser vista nunca por la calle ni saberse nada de ella. "Los vecinos preguntaban a los hijos por su madre y estos no daban una respuesta convincente", explicó ayer el alcalde, Mario Cáceres. La semana pasada, personal de los servicios sociales se presentó en la casa, el número 8 de la calle de la Iglesia, interesándose por Ángela "y solo recibió respuestas esquivas", recuerda Cáceres. Este martes, a primera hora de la mañana, la Guardia Civil entró en la vivienda y encontró el cadáver tras una inspección ocular.

Según relataron algunos vecinos, Ángela Yunta y sus dos hijos llegaron a Pozondón hace una década procedentes de Madrid. El padre, originario de la localidad turolense pero emigrado a la capital de España durante su juventud, había fallecido ya. Al parecer, el hijo trabajaba ocasionalmente para el Ayuntamiento de la localidad desempeñando labores de jardinería y limpieza mientras que la hija no tenía empleo y se ocupaba habitualmente del cuidado de la madre, explicaron fuentes municipales.

Poca relación con los vecinos

Las mismas fuentes vecinales afirmaron que la familia no terminaba de integrarse en la vida del pueblo. "Los hijos tenían poca relación con el resto de los vecinos; a veces se les veía por el bar o por la calle, pero poco", relató un hombre.

Los dos detenidos fueron conducidos a la Comandancia de la Guardia Civil en Teruel e ingresados en los calabozos, donde permanecen a la espera de ser puestos a disposición del juez. El juzgado que instruye las diligencias es el número uno de la capital turolense, cuyo titular efectuó ayer, sobre la una de la tarde, el levantamiento del cadáver de Ángela Yunta. Este jueves está previsto que la sección de la Policía Judicial de la Guardia Civil realice una reconstrucción de los hechos en la vivienda de la familia Blasco Yunta.

Testigos directos de lo ocurrido este martes en Pozondón fueron los trabajadores de una empresa de construcción que rehabilita una vivienda en la calle de la Iglesia, casi enfrente de la casa de la fallecida y sus hijos. Los obreros, que vieron llegar a la Guardia Civil a primera hora de la mañana y más tarde presenciaron cómo sacaban de la casa el ataúd con el cuerpo de Ángela Yunta, no daban crédito a lo sucedido. "Nos hemos quedado sin palabras, tenían el cadáver de la madre detrás de una pared", recordó uno de ellos. "Nunca me hubiera imaginado que aquí había ocurrido una cosa semejante", añadió.

Fuentes cercanas a la investigación señalaron que se indaga acerca del procedimiento que habrían usado los detenidos para cobrar la pensión de su madre mes a mes. Sobre las actuaciones judiciales se ha dictado el secreto de sumario.

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