Enrique Bayona: "Teruel tiene que creer en sí mismo y en su gran capital humano"

El histórico dirigente de Grupo Arcoíris -en Valderrobres- y presidente de Cepyme Teruel durante varios años cierra su etapa laboral después de más de cuatro décadas de trayectoria.

Enrique Bayona, junto a la fábrica de piensos GUCO de Arcoíris en Valderrobres.
Enrique Bayona: "Teruel tiene que creer en sí mismo y en su gran capital humano"
J. de Luna

¿Cree que las oportunidades han de crearse desde la propia provincia o hemos de esperar ayuda externa?

La provincia de Teruel y un medio rural como el Matarraña tiene un gran capital humano y a los hechos me remito. Las soluciones han de ser endógenas, del propio territorio. La política que hemos seguido es: si una cosa es rentable, vamos a desarrollarla. Pero ha de ser per se estratégicamente rentable. Si vienen ayudas, bienvenidas sean. Si basamos una idea y su desarrollo en esperar ayudas nos podemos equivocar de plano; desgraciadamente tenemos muchos ejemplos de maneras de proceder con este planteamiento que han fracasado y en cuanto se han cortado las ayudas el proyecto ha caído como un castillo de naipes.

¿Piensa que es difícil que vengan empresas de fuera?

Siempre he creído que a Teruel grandes empresas de fuera no van a venir. Existen proyectos en los que el propio gobierno ha sido el abanderado, como Motorland, la nieve en Gúdar-Javalambre, el aeropuerto de Teruel… pero lo que es el propio desarrollo de empresas hemos de creer en nosotros mismos. Montar un proyecto en base a las ayudas es un grave error. Al igual que es erróneo esperar que la solución venga desde fuera. Tenemos que ser los propios habitantes los que tomemos la iniciativa con criterios unitarios, no dispersos.

¿Cuáles son las principales carencias a las que se enfrenta el empresariado del Matarraña y de la provincia de Teruel?

Principalmente las infraestructuras. En un mundo global donde Internet debe llegar a todos los sitios es primordial que un empresario que venga aquí tenga garantizada la banda ancha y un correcto acceso a la comunicación online hasta en la última de las localidades de la provincia. Y en segundo lugar, las carreteras. No podemos estar más de 25 años esperando las obras de la N-232 entre Torremiró y el cruce de Ráfales, que ni siquiera se han inaugurado.

También está pendiente la A-68.

Efectivamente. Esta provincia necesita de una urgente apuesta por las infraestructuras. Debemos exigir a las instituciones que cumplan porque mientras esas infraestructuras básicas no lleguen no podremos afrontar con todo nuestro potencial el problema de la despoblación y de esto hay que tomar conciencia. Una buena comunicación aporta un plus para moverse, para viajar, para que vengan a conocernos y para mover mercancías. Lo contrario nos aleja. No puede ser que los coches que se fabrican en Zaragoza y viajan al puerto de Valencia no pasen por Teruel. Hay una gran desafección entre la administración central y esta provincia por el abandono de las infraestructuras.

¿Cómo ve el futuro en Grupo Arcoíris? ¿Y a nivel agroalimentario en la provincia de Teruel?

En cuanto a Grupo Arcoiris, el consejo actual con su director, Juan José Moles, han iniciado una etapa de crecimiento, aplicando las reformas necesarias para aumentar la producción. En nuestro campo, aún podemos crecer mucho. Somos una de las comarcas de Aragón con más potencial en ese aspecto. A nivel global creo que con las materias primas que tenemos, bajo el paraguas de las actuales Denominaciones de Origen y las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), hay mucho por hacer.

¿Cuáles son esas materias primas?

Tenemos una gran posibilidad con la trufa, en la que la provincia y localidades como Monroyo y Sarrión tienen un gran potencial. Está la IGP Vino del Bajo Aragón y me consta que se está trabajando en la D. O. que sería un marchamo de calidad en la que estarían todos los productores. Ahí está también el trabajo con el aceite de oliva. Siempre hay que trabajar con criterios unitarios y no dispersos para avanzar en el sector primario. Tenemos productos y recursos de alta calidad y personas que tienen una gran capacidad de trabajo y aprendizaje, como así se ha visto en Grupo Arcoiris, donde partiendo casi de 0 hemos formado a personas en fábricas de piensos, mataderos, secaderos de jamones. Es importantísimo viajar y conocer otras realidades. Algo por lo que siempre apostamos en Arcoíris.

¿Cómo fue el punto de partida de Grupo Arcoíris en 1978?

Recuerdo el primer escrito de la Comisión Promotora convocando a la acción y a la promoción de la fábrica de piensos. En un inicio, el propio consejo tuvo que avalar el proyecto con sus propios bienes, algo muy meritorio y que afortunadamente ya no se da pero que da cuenta del compromiso de todas esas personas. Desde Faustino Segura, el primer presidente de GUCO, hasta el actual, Delfín Albesa, hemos tenido en todos los casos personas excepcionales que han dejado toda su calidad humana en este proyecto, como son José Martí, Miguel Ferrer, Alfredo Arrufat, Joaquín Gil y Pedro Luis Celma.

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