Los pueblos de Gúdar-Javalambre alertan de graves pérdidas económicas por falta de nieve

Alcaldes de municipios de la comarca de Gúdar-Javalambre han expresado su preocupación por las pérdidas económicas que está ocasionando el retraso en la apertura de las estaciones de esquí de Valdelinares y Javalambre debido a la falta de nieve. Ninguna de las dos instalaciones invernales pudo estar operativa durante el puente festivo de la Constitución –que supone el 20% de la temporada– y tampoco lo estarán este fin de semana. Valdelinares abrirá sus puertas el 26 de diciembre con solo 4 kilómetros de recorrido esquiable y Javalambre no tiene siquiera una fecha de inicio de actividad en perspectiva.

El alcalde de Camarena de la Sierra, Ramón Gimeno, explicó ayer que, al no haber nieve, está vacío el albergue de montaña y los refugios próximos a las pistas, así como los cinco bares-restaurante que en este pequeño municipio de apenas 120 vecinos a los pies del macizo de Javalambre surgieron al arrimo de la estación invernal. "En este tiempo, lo más importante para nosotros es que nieve", dice Gimeno. "Antes de tener las pistas, todos éramos agricultores y ganaderos, pero ahora queda muy poco de eso y vivimos del turismo", explica.

David Benages, alcalde de Valdelinares, destacó que 16 jóvenes de la localidad –viven 70 personas en total– trabajan como monitores en las pistas de esquí, pero ahora, por falta de nieve, están parados. "La estación es una fuente de ingresos esencial", resaltó el regidor de Valdelinares, quien relató que muchos de los visitantes que tenían previsto hospedarse en casas de turismo rural del municipio en estos inicios de la temporada "están anulando sus reservas".

Benages aclaró que el problema no está siendo solo la falta de precipitaciones en forma de nieve, sino también la ausencia de bajas temperaturas, necesarias para poder fabricar, al menos, un manto blanco artificial en las pistas mediante cañones. "No hace frío y, por las tardes, llega la niebla y todavía hace subir más las temperaturas", explicó el primer edil de Valdelinares. "Este, está siendo un invierno muy raro", añadió.

Multiplicar el turismo por tres

La presidenta de la comarca de Gúdar-Javalambre, Yolanda Sevilla, afirmó que, con nieve, "los pueblos tienen el triple de turismo". Aclaró que no solo es necesaria en las pistas de esquí, "sino también en los alrededores, porque el paisaje cambia muchísimo y porque hay muchas personas que vienen simplemente a ver las montañas y a caminar rodeados de nieve".

Sevilla centró su preocupación en los municipios que más condensan su actividad económica en torno al esquí. "Hay localidades, como Mora de Rubielos o La Puebla de Valverde, que tienen más recursos alternativos, por su patrimonio arquitectónico o por su dinamismo empresarial, pero otros dependen mucho de la nieve". La presidenta comarcal puso como ejemplo de estos últimos el pueblo de Valdelinares, "cuyo sector más fuerte es el de la nieve". Agregó que "ya se perdió el puente de la Constitución y ahora necesitamos suerte para que no ocurra lo mismo en Nochevieja".

Yolanda Sevilla lamentó que, durante este mes de diciembre, los alojamientos y servicios de muchos municipios habrían estado a pleno rendimiento desde los primeros días si hubiera nevado, "porque al principio de la temporada es cuando la gente tiene más ganas de esquiar", y, sin embargo, no ha sido así. "No estamos teniendo las escapadas a la nieve de otros años y eso está repercutiendo de manera negativa en bares, restaurantes, gasolineras, panaderías, tiendas de alimentación, casas de turismo rural y otros muchos establecimientos", advirtió la presidenta de la comarca de Gúdar-Javalambre.

Tanto en la sierra de Javalambre como en la de Valdelinares se ha dado estos días el fenómeno de la inversión térmica, de forma que hace más frío en los valles o zonas bajas que en las montañas, lo que impide fabricar nieve con cañones. Esta curiosidad se ha registrado también en otras zonas de la provincia. Ayer por la mañana, helaba en la localidad de Alfambra con dos grados bajo cero y, sin embargo, en el puerto de San Just, a pocos kilómetros, había 4 grados positivos.