Cientos de trabajadores de la térmica de Andorra y vecinos de la localidad se han concentrado esta mañana a las puertas de la central eléctrica para reclamar inversiones que permitan la continuidad de estas instalaciones y el mantenimiento de todos los empleos que dependen de ellas. En la planta trabajan 153 operarios mientras que otros 400 se ocupan del mantenimiento de la térmica a través de sus contratas. A ellos hay que sumar los más de 70 mineros de la explotación de carbón de Ariño.

“Toda la vida igual. Estamos cansados de salir a la calle a protestar, ya no sabemos que hacer”, ha dicho Hilario Mombiela, presidente del comité de empresa de los trabajadores de Endesa en Andorra, quien ha agradecido a los asistentes su solidaridad con los empleados de la térmica y ha recordado que justo hace un año falleció en accidente laboral uno de sus compañeros.

Si el cierre de la central es inevitable, los trabajadores reivindican un plan alternativo que absorba la mano de obra que dependiente del complejo minero eléctrico.

Aunque Endesa se ha comprometido a recolocar en otros centros de trabajo a los 153 empleados que quedan en la planta, los sindicatos consideran que esta medida es “traumática”, pues obliga a los empleados, muchos de ellos jóvenes y embarcados en una hipoteca, “a coger la maleta y dejar su casa”, ha explicado Mombiela.

“Pedimos a los gobiernos, Central y Autonómico, una alternativa real para esta comarca”, ha reclamado el presidente del comité de empresa de los trabajadores. “Llevamos mucho tiempo avisando de que esto se acababa y en los últimos años nadie ha hecho absolutamente nada”. Mombiela ha advertido de que también el comercio y los servicios de la zona dependen indirectamente del funcionamiento de la térmica. “La planta debe seguir dando vida a la comarca”, ha subrayado.

Según ha dicho, “la comarca se nos muere y, con ella, la provincia” y ha destacado que toda la ciudadanía apoya la movilización. Las protestas continuarán “hasta que nos presenten un plan alternativo”, explica Mombiela. La reunión prevista para el próximo día 10 de diciembre en la que los sindicatos se reunirán con representantes del Gobierno aragonés y de Endesa para conocer el proyecto de reindustrialización de la zona será decisiva a la hora de continuar, o no, con la movilización.