La nieve apenas alivia la sequía de la cuenca del Turia, que acaba de entrar en situación de alerta

Los últimos temporales de nieve no han variado sustancialmente la situación de sequía que afecta a la cuenca del río Turia, que acaba de entrar, en su totalidad, en situación de alerta por "escasez severa" de reservas. El jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Teodoro Estrela, ha explicado este lunes en Teruel que las lluvias y nevadas recientes no provocarán "cambios drásticos" en la situación de la cuenca. Ha aclarado que, aunque las precipitaciones han sido "positivas" porque han cargado de humedad un suelo que "estaba muy seco", apenas influyen en los acuíferos. Para que la situación de sequía mejore, "tiene que llover más", ha concluido.

El último informe de sequía de la Confederación Hidrográfica del Júcar, basado en los datos recopilados hasta el 31 de enero –antes de las nevadas–, revela que la escasez de reservas hídricas se agrava y, por primera vez una subcuenca de la CHJ, la del Turia, pasa de prealerta –escasez moderada– a alerta, lo que conlleva una serie de restricciones y medidas de ahorro y vigilancia. En el caso de Teruel, el cambio no comportará modificaciones porque ya se aplican limitaciones propias de una situación de emergencia –escasez grave–.

Los indicadores de sequía del pantano del Arquillo, principal suministrador de agua de Teruel, son de emergencia desde hace "mucho tiempo", ha señalado Teodoro Estrela, pero el diagnóstico en conjunto de la subcuenca o "sistema de explotación" del Turia se mantenía en prealerta hasta el pasado enero. Ha añadido que el agravamiento de la situación en todo el río no repercutirá en la capital, que ya pone en marcha "medidas propias de una situación de emergencia". Entre ellas figuran la rebaja al 50% de la aportación del pantano del Arquillo al abastecimiento –mientras el resto procede de pozos–, el cierre de todas las fuentes públicas y la suspensión del lavado de calles.

Estrela ha reconocido que la CHJ no puede adelantar el "efecto" que tendrán las recientes nevadas en la sequía, pero descartó mejoras significativas a corto plazo si no persisten las precipitaciones. Para que una subcuenca pase de la calificación de prealerta a alerta el empeoramiento de la situación debe persistir durante dos meses. A la inversa, para desactivar la alerta, hacen falta también dos meses seguidos de mejora de los indicadores.

El responsable de la Oficina de Planificación ha presidido la mesa convocada para recibir propuestas de la provincia respecto a la actualización del Plan Especial de Sequía de la CHJ. Veinte personas representantes de sindicatos agrarios, regantes, ayuntamientos y otros usuarios del agua trasladaron sus planteamientos con el objetivo de que se incorporen al plan de cuenca.

Entre las medidas expuestas por los asistentes, ha figurado reforestar las cabeceras de los ríos para incrementar la humedad y la formación de nubes. El expresidente de la comarca de Gúdar-Javalambre, Víctor Sanz, ha pedido tener en cuenta los estudios del profesor Millán Millán que abogan por un incremento de la vegetación en la costa de Levante para propiciar también la aparición de tormentas tierra adentro. Otra participante ha alertado del cambio climático como desencadenante de sequías cada vez más persistentes.

Roberto Sanz, secretario provincial del sindicato agrario UAGA, ha reclamado más celeridad en la autorización de concesiones de agua para facilitar la creación de regadíos, una idea en la que también han incidido el diputado del PSOE Herminio Sancho y el dirigente de Cepyme Juan Carlos Escuder. Varios intervinientes han destacado la importancia de contar con reservas para frenar la despoblación y mantener los cultivos, en especial la truficultura. También ha habido alusiones a la necesidad de reforzar la concienciación ciudadana sobre el uso racional del agua.

El responsable de coordinar la mesa sobre el Plan de Sequía, Sergio Sánchez, ha explicado que las propuestas se dividieron en aspectos generales del problema, como la deforestación y el cambio climático, la producción agropecuaria y el abastecimiento a poblaciones. Sánchez ha añadido que el paquete de medidas será remitido a la CHJ para su posible incorporación al plan.

Prueba superada con los pozos

El ensayo de suministro alternativo al pantano del Arquillo con agua 100% de pozos terminó a finales de la semana pasada y el embalse vuelve a cubrir el 50% de las necesidades de la ciudad. El test se realizó ante el agotamiento del pantano –la principal fuente de suministro de Teruel–, que está al 14% de su capacidad, con 2,95 hectómetros cúbicos embalsados frente a los 21 posibles. Las nevadas no han incrementado las reservas una semana después de iniciarse las precipitaciones.

La prueba de abastecimiento, que duró 9 días, no ha detectado mermas de calidad ni cantidad en el agua de las perforaciones, que pasan a aportar la mitad del consumo urbano. Cuando el pantano caiga a 1,5 hectómetros –en 5 meses al ritmo habitual de extracción si no llueve–, dejará de suministrar agua y toda procederá de los pozos