La trufa negra, a 1.100 euros el kilo en la feria de Sarrión por culpa de la prolongada sequía

Los cultivadores explican que la falta de lluvias ha reducido la cosecha a la tercera parte, elevando el precio. La DGA promete la puesta en marcha de regadíos en 2018.

La Feria de la Trufa de Sarrión abrió ayer sus puertas con la presencia de numeroso público.
La trufa negra, a 1.100 euros el kilo en la feria de Sarrión por culpa de la prolongada sequía
Javier Escriche

El precio de la trufa negra de Teruel ha alcanzado un récord histórico en la Feria de Sarrión, donde este hongo se está vendiendo a 1.100 euros el kilo frente a los 800 de temporadas anteriores. Fitruf, como se conoce el certamen, abrió este viernes sus puertas con 42 expositores y lista de espera para participar en uno de los más importantes escaparates del mundo de un producto que se ha convertido en motor de desarrollo del sur de la provincia de Teruel. El presidente de Aragón, Javier Lambán, fue el encargado de cortar la cinta inaugural del evento, que, tras alcanzar su edición número 17, es cita obligada para los amantes de este preciado condimento.

La sequía de este año, que ha arruinado la cosecha de secano y ha hecho que solo haya crecido trufa allí donde los agricultores disponen de un sistema de riego artificial implantado por ellos mismos, es una de las causas del estratosférico precio de este producto. Se suma a ello la estricta selección de trufa negra de primera calidad para su puesta a la venta a lo largo de los tres días que dura la feria. Sin embargo, el alto coste no desanima a los compradores.

"Compran para regalar"

"La gente viene a esta feria ya con la idea de comprar porque sabe que aquí se vende la mejor trufa y que esa calidad tiene su precio", explicó la truficultora Isabel Bertolín. Valencia, Castellón, Zaragoza, Madrid, Navarra y País Vasco son, por este orden, los principales lugares de procedencia de los compradores de trufa, si bien cada año llegan en mayor número franceses, belgas e italianos. "Muchas personas compran, no solo para su propio consumo, sino también para regalar a amigos o familiares en estas fechas previas a la Navidad", añadió Bertolín.

La falta de lluvias –apenas ha habido tormentas este año y el anterior ya fue muy seco– ha reducido la cosecha de trufa negra a la tercera parte respecto a temporadas anteriores consideradas normales. Así lo explicó el presidente de la Asociación de Truficultores de Teruel, Julio Perales, quien solicitó a Lambán "ayuda para que, mediante obras de regadío, quienes cultivamos trufa tengamos el agua necesaria, que estimamos en 3.000 metros cúbicos por hectárea y año".

El presidente aragonés, por su parte, anunció el desarrollo de un plan de regadíos sociales cuyas obras podrían licitarse en agosto de 2018, con una inversión de 16 millones de euros, 8 de los cuales serían aportados por el Gobierno aragonés y los otros 8 por los agricultores. La actuación beneficiaría a 800 hectáreas y 150 agricultores.

Los truficultores trasladaron también al presidente aragonés su reivindicación para que la DGA invierta en promoción y comercialización de la trufa fresca. En la actualidad faltan puntos de venta y ello dificulta su distribución. Reclamaron, además, que se investigue para tener un mejor conocimiento del proceso biológico de este hongo y, por tanto, pueda ser mejorada su producción. "Si no estamos unidos los truficultores con los investigadores y la Administración, no habrá desarrollo", alertó Perales.

"Es asequible"

Pese al elevado precio del kilo, quienes cultivan trufa consideran que este producto "es asequible". "Con 50 gramos de trufa, que nos salen a 55 euros, transformamos 10 platos", explica Julio Perales.

Uno de los principales truficultores de la zona de Sarrión, Daniel Bertolín, lamentó, no obstante, que el preciado hongo adquiera un coste tan alto. "Esto no es bueno y no es lo que queremos los agricultores. Nosotros preferimos que el precio sea más bajo y todo el mundo pueda consumir trufa". Bertolín agregó que gente joven se está sumando a la truficultura y asentándose en la zona gracias a este sector.

En el mismo sentido, el alcalde de Sarrión, Jorge Redón, afirmó que la trufa es ya un importante motor económico para la localidad junto con las industrias, la ganadería y los servicios que también funcionan allí. "Apenas tenemos desempleo y eso es muy importante para que personas jóvenes vengan a vivir a Sarrión", destacó Redón.

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