Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El edificio de cultivos energéticos de Teruel abre sus puertas, pero ahora dedicado a la bioeconomía

El centro fue construido hace siete años en el polígono Platea con una inversión de 2,4 millones y desde entonces permanece cerrado

El edificio, vacío desde hace siete años, está siendo sometido a trabajos de mantenimiento
El edificio, vacío desde hace siete años, está siendo sometido a trabajos de mantenimiento
Jorge escudero

Una veintena de expertos relacionados con la Universidad, CEOE, grupos de desarrollo rural, entidades bancarias y empresas, participan en la configuración del Centro de Innovación en Bioeconomía Rural. Se trata de un proyecto novedoso para cuya gestación se está acondicionando el edificio construido hace siete años en el polígono Platea como núcleo de investigaciones de cultivos energéticos, un espacio que, sin embargo, nunca fue estrenado.

La iniciativa permitirá dar una nueva orientación al inmueble, cuya titularidad al igual que su contenido han ido variando con el tiempo y ha pasado por diversas manos. Primero fue propiedad del instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y actualmente depende de su homólogo en Aragón, el CITA, un organismo que parte como promotor del proyecto con el que se pretende dar salida a la edificación y evitar su ruina por falta de uso.

Los agentes –entre los que figuran el grupo empresarial Térvalis y Caja Rural– y los técnicos del CITA trabajan ahora en el diseño de un centro que, según José Antonio Domínguez, director de esta entidad, "va a ser absolutamente novedoso en el desarrollo de modelos de negocio a través del conocimiento del territorio y, por tanto, en la creación de empleo".

Domínguez destacaba el interés que el campo de la bioeconomía está despertando a nivel internacional como una forma de desarrollo con un uso eficiente de los recursos naturales. "Está encaminado a buscar soluciones para una de las problemáticas que padece Teruel, como es la regresión demográfica", subrayaba. Un ejemplo del modelo a seguir serían las iniciativas empresariales surgidas con la trufa, la riqueza micológica o el turismo sostenible como principal motor económico de algunas comarcas turolenses.

Para José Antonio Domínguez, este centro puede convertirse en un punto "de referencia a nivel europeo" en la creación de alternativas económicas para frenar la despoblación en el medio rural. Según agregaba, este espacio contará con una plantilla mínima, todavía por definir, pero estará abierto, sobre todo, al trabajo de los colaboradores.

La intención de los responsables del CITA es abrir el antiguo edificio de cultivos energéticos el próximo mes de enero. Por el momento, se han incrementado los contactos que mantienen desde hace más de un año con los diferentes grupos empresariales y de desarrollo local de la provincia, y se ha intensificado la actividad para poner al día el edificio con trabajos de mantenimiento.

En la construcción de este centro se invirtieron 2,4 millones de euros, financiados por el Plan de Actuación Específico para Teruel (PAET), creado en la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero para impulsar el desarrollo turolense. Cuenta con tres laboratorios, nueve despachos y una sala de juntas y reuniones.

Los promotores pretenden poner en marcha un proyecto abierto tanto a nuevas ideas como a participantes.

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