Un 'tamagotchi' deja tirados a los viajeros de la línea Teruel-Zaragoza por sexta vez en 4 meses

La avería mecánica que sufrió en Cariñena (Zaragoza) el último tren de la tarde Zaragoza-Teruel del pasado domingo, un Diésel 596 conocido como ‘tamagotchi’ por su pequeño tamaño, obligó a los 20 pasajeros que hacían el recorrido a continuar el viaje en un autobús que puso Renfe. Los usuarios llegaron a la capital turolense con 90 minutos de retraso sobre la hora prevista.

El fallo, el sexto en apenas 4 meses que trenes de este modelo registran en las líneas férreas aragonesas, tuvo consecuencias en el primer servicio de la mañana Teruel-Zaragoza de ayer, que debía hacerse con la misma máquina. Los seis viajeros que habían sacado billete para ir a la capital aragonesa tuvieron que desplazarse también en un microbús contratado por Renfe, si bien en esta ocasión llegaron puntuales al destino.

Renfe calificó la avería de "incidencia puntual" y subrayó que, pese a ella, los Diésel 596 "cumplen todas las garantías de confort y seguridad". Fuentes oficiales de la compañía destacaron que lo más importante es que hubo capacidad de respuesta por parte de la empresa para que los viajeros pudieran realizar su trayecto en las mejores condiciones.

Sin embargo, la nueva avería ha indignado a la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel, cuyo portavoz, Pablo Justo, calificó ayer de "obsoletos" los ‘tamagotchi’ y reclamó su retirada del parque de trenes de Renfe porque "tienen más de 40 años de antigüedad y están para el desguace". "Esos trenes solo son fiables si tienen cerca un autobús, de lo contrario, llegar al destino no está asegurado", manifestó Justo.

El representante de la plataforma proferrocarril denunció que, si bien las averías que han obligado a los viajeros a realizar trasbordos en bus en los últimos cuatro meses y medio pueden concretarse en seis, las incidencias sufridas en este periodo de tiempo por los ‘tamagotchi’ en Aragón han sido "muchas más". "Hay que tener en cuenta –aclaró Pablo Justo– que esos trenes fueron fabricados en los años 70, llevan muchos años de rodaje y ya no hay ni piezas de recambio para arreglar los fallos que tienen".

Según aseguró, "dos de cada tres trenes que se estropean en Aragón son ‘tamagotchis’. Están para la chatarra". Recordó que estos convoyes no pueden ir a más de 120 kilómetros por hora, por lo que el viaje entre Zaragoza y Teruel se eterniza. "Tardan tres horas para un recorrido de 170 kilómetros y su interior no es cómodo, sobre todo por el olor a gasoil que despiden", añadió Justo.

El pasado 23 de mayo, un ‘tamagotchi’ se averió entre Lechago y Cuencabuena y sus 10 pasajeros tuvieron que esperar tres horas y media en una trinchera a ser remolcados por otro tren. En junio, tres trenes del mismo modelo se estropearon y en agosto ocurrió lo mismo con otro convoy a la altura de Santa Eulalia.