Después de despedir sus fiestas mayorales, las celebraciones no terminan en Montalbán. Los vecinos de la localidad tienen cuatro días de descanso para recuperan fuerzas y prepararse para los festejos mayores o patronales que comienzan el próximo sábado.

Ayer por la mañana, la localidad inició su última jornada con cucañas para los más pequeños. Una mañana centrada en los niños, en la que las actividades y los juegos divirtieron a todos los participantes. Por la tarde, las vaquillas de la ganadería de Raúl Monferrer fueron las protagonistas, con la suelta de becerras, que dio paso al inicio de la fiesta.

La discomóvil Scream llenó de ritmo la localidad hasta bien entrada la madrugada. Toda una noche de música, baile y mucha sorpresa que terminó al amanecer, cuando los vecinos pusieron el broche de oro a los festejos con la traca. La pirotecnia anunció el final de esta celebración e inició la cuenta atrás hasta el sábado a media mañana, cuando el pueblo volverá a vestirse de gala para disfrutar de cinco días de fiesta en honor de la Virgen del Castillo y San Fausto.

Desde el viernes hasta ayer, tuvieron lugar las fiestas mayorales. Los quintos de la localidad prepararon cuatro días llenos de actividades para que su año se recordase a lo grande. La música y los eventos taurinos fueron los platos fuertes de la programación, que sirvieron de reclamo para los visitantes de todos los pueblos de alrededor, consiguiendo que los actos tuvieran una nutrida afluencia. "Este año ha venido mucha gente. La noche del viernes, la plaza se llenó al completo con el espectáculo del grupo Strenos", comentaba el concejal de Fiestas de Montalbán, Miguel Ángel Nuez. Ni el frío consiguió mermar el ambiente festivo, los asistentes hicieron frente a la bajada de temperaturas y disfrutaron de cada uno de los días de fiesta.