La puesta en marcha de la planta de depuración de purín de Peñarroya de Tastavins, paralizada

La empresa adjudicataria, que preveía crear hasta 100 empleos, pide ahora rescindir el contrato de gestión. No hay fecha para abrir la planta de Valderrobres, que no ha llegado a funcionar todavía.

La puesta en marcha de las instalaciones de Peñarroya de Tastavins, pendiente desde 2009.
La puesta en marcha de las instalaciones de Peñarroya de Tastavins, pendiente desde 2009.
J. L.

La puesta en marcha de una planta de depuración de purines en el Matarraña tendrá que volver a esperar. La empresa adjudicataria, ganadora del concurso de externalización de las instalaciones de Peñarroya de Tastavins, presentó hace varios días una solicitud al Consistorio para rescindir el contrato de adjudicación, por lo que, tras la cancelación de la apertura, la instalación caerá, previsiblemente, en vía muerta.

El bloqueo de este esperado proyecto responde a varias razones.  El principal motivo parece ser una falta de acuerdo y varias desavenencias entre la empresa matriz ubicada en Vizcaya, Saionaimer S. L., y la filial creada en Valderrobres y ganadora del concurso para gestionar el complejo de depuración a través de un acuerdo societario. Ambas partes, filial y matriz, se acusan ahora mutuamente de haber incumplido sus acuerdos, así como de una mala gestión.

Otro de los trámites burocráticos que habrían dificultado la puesta en marcha de la planta alude a la falta de licencia de actividad de la explotación. Al parecer, después de que DGA cediese las instalaciones en cuestión al Ayuntamiento, la anterior licencia de actividad perdió su validez y distintos problemas burocráticos hicieron que el proceso de obtención de una nueva licencia se dilatase más de 5 meses.

Por su parte el Consistorio, tras valorar la propuesta de rescisión del contrato, convocará en los próximos días un pleno extraordinario para aceptar, previsiblemente, la solicitud de cancelación. "Por desgracia no tiene muy buena pinta el futuro de esta planta. Sin duda es una mala noticia para todos", explicó Francisco Esteve, alcalde de Peñarroya de Tastavins.

Desde la empresa matriz, Saionaimer S. L., afirmaron que su intención es "seguir apostando" por la planta de Peñarroya. Sin embargo no se bajaran todavía plazos concretos y es previsible que haya que volver a iniciar todo el proceso.

Cabe recordar que las instalaciones se adjudicaron hace un año con la finalidad de producir fertilizantes utilizando los excedentes de purines como materia prima. Asimismo, el proyecto contemplaba la creación de 100 puestos de trabajo a medio plazo, sin descartar superar con creces esta cifra llegando a 300.

Se trata de la segunda vez que fracasa la puesta en marcha de estas instalaciones. El complejo inició su actividad produciendo biogás en 2010, pero tuvo que ser clausurado en 2013 por su inviabilidad económica. La planta de depuración de Peñarroya costó seis millones de euros que aportó el Instituto Aragonés del Agua a través de fondos europeos.

Además de Peñarroya, el Matarraña cuenta con otra planta de mayor envergadura ubicada en Valderrobres. En este caso las instalaciones costaron ocho millones de euros, lo que eleva el coste de ambas plantas a 14 millones. Casi 8 años después, las instalaciones de Valderrobres todavía no se han estrenado.

El territorio ve ahora con preocupación la resolución del problema de exceso de purines. Varios manantiales de la cuenca del Matarraña presentan problemas por una alta concentración de nitratos derivada de la contaminación por el uso excesivo de los excrementos del porcino como abono. En La Portellada el consistorio tuvo que construir una nueva toma de agua potable, al quedar contaminado el antiguo manantial. Del mismo modo, Varias fuentes y pozos de La Fresneda, Cretas y cuenca del Tastavins han registrado problemas por los altos niveles de nitratos.

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