Los colectivos conservacionistas denuncian la "preocupante" degradación del río Mijares

Concentración vecinal para exigir que se aclare el reciente vertido que mató a los peces de un tramo. Un centenar de personas se manifiesta para denunciar la pérdida de calidad del medio fluvial.

Concentración reivindicativa en el paraje del Babor, junto al cauce del río Mijares.
Concentración reivindicativa en el paraje del Babor, junto al cauce del río Mijares.
Jorge Escudero

Una marcha organizada por siete colectivos conservacionistas denunció ayer la degradación ambiental que, a su juicio, sufre el Mijares en los últimos años y de la que sería ejemplo el vertido contaminante detectado el pasado 7 de agosto que causó la muerte de la fauna piscícola en un tramo de varios kilómetros a partir de Sarrión. Un centenar de personas se concentró en el paraje de Los Ojos de Babor, donde se inició la mortandad de peces y cangrejos, para reclamar "un río sano", según rezaba la pancarta que encabezaba la movilización.

Las entidades convocantes –Amigos del Mijares, Mijares Vivo, El Mijares No Se Toca, Amigos de Mateba, Aems, Otus-Ecologistas en Acción y CNT– consideran que el río, catalogado como Lugar de Interés Comunitario (LIC) por su singular valor ambiental, pierde calidad, fundamentalmente por un funcionamiento incorrecto o insuficiente de las plantas depuradores de los pueblos ribereños.

Uno de los organizadores de la concentración, José Manuel González –presidente de Mijares Vivo–, explicó que la captura de peces ha permitido en los últimos años comprobar que presentan "anomalías anatómicas" que achacó a la presencia de sustancias nocivas para la fauna piscícola, entre las que apuntó la posible existencia de fármacos y detergentes procedentes de vertidos urbanos. González alertó también de la afección para el entorno acuático de los vertidos de sal procedentes de los numerosos secaderos de jamones de los pueblos ribereños.

El naturalista aclaró que algunas depuradores de la cuenca del Mijares funcionan bien y han conseguido regenerar algunos ríos, como el Alcalá o el de Rubielos de Mora, pero otras están saturadas por el exceso de vertidos que reciben y no consiguen eliminar los agentes contaminantes. Explicó que la carga de peces del Mijares ha caído drásticamente pasando de 20 gramos por metro cuadrado a solo uno. José Manuel González señaló que el agua presenta, además, un problema de "eutrofización" –exceso de nutrientes–, que amenaza la supervivencia de la fauna piscícola.

David Hammerstein, de El Mijares No Se Toca, añadió por su parte que el Mijares sufre de "sobrerregulación", una situación que ha mermado drásticamente la capacidad de regeneración del río. Hammerstein reclamó que no se reanude la derivación de aguas desde Olba a la central hidroeléctrica de Los Cantos (Castellón) prevista para el primer trimestre de 2018 porque esta extracción de caudales perjudicaría la calidad del río. La producción eléctrica se suspendió hace dos años a raíz de una avería en la planta, un plazo durante el cual el Mijares se ha revitalizado, según sostienen los grupos conservaciones y también el Ayuntamiento de Olba.

Los participantes en la concentración reclamaron una rápida investigación del vertido detectado el 7 de agosto y la correspondiente depuración de responsabilidades. Alertan de que la presencia de contaminantes amenaza la utilización del río como lugar de baño, a la fauna piscícola y también las captaciones de agua de boca. Durante el acto, se leyó un manifiesto que advierte contra la tentación de "mirar a otro lado" ante los "atentados medioambientales" que pone en peligro el medio acuático.

Tras el vertido del 7 de agosto, tres organismos –el Departamento de Desarrollo Rural, la Guardia Civil y la Confederación Hidrográfica del Júcar– tomaron muestras de agua y de peces muertos para analizarlos en busca del agente que provocó el daño ecológico. Solo se conocen los resultados de las pruebas efectuadas por la Guardia Civil, que no han identificado el contaminante responsable.

Tras una charla informativa en Los Ojos de Babor, la concentración incluyó una explicación de técnicas que permiten conocer la calidad del agua de un río mediante la identificación de especies vegetales y de invertebrados, dos indicadores del estado del cauce. José Manuel González explicó que, además de los controles que lleva a cabo la Administración, los ciudadanos pueden fundamentar su propia valoración de la salud del río.

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