La Fundación de Albarracín repara de urgencia el deterioro que sufre la ermita del Carmen

El templo, que forma parte del singular paisaje que rodea la ciudad, tiene problemas en la cubierta y filtraciones de agua.

Desde la ermita, ya en obras, se contempla una hermosa imagen de Albarracín.
La Fundación de Albarracín repara de urgencia el deterioro que sufre la ermita del Carmen
A. J.

El equipo de restauración de la Fundación Santa María de Albarracín ha iniciado una intervención de urgencia en la ermita del Carmen, un pequeño templo situado a medio kilómetro, encima del promontorio rocoso desde el que se domina el meandro del Guadalaviar. Es la primera gran actuación que se acomete en esta ermita desde que fue levantada en el siglo XVIII. Hasta ahora se han ocupado los feligreses del barrio del Carmen de ir parcheando el edificio religioso a medida que surgía alguna deficiencia. "Pero cuando se han planteado problemas más serios, como los detectados en estos momentos, los vecinos ya no han podido solventar su deterioro", aseguraba el gerente de la citada Fundación, Antonio Jiménez.

Según explicó, la cubierta de la ermita es la que presenta un mayor daño, con buena parte de las tejas destruidas y continuas filtraciones que deterioran los yesos y pinturas de su interior. Las grietas recorren los muros y los canalones se encuentran tan afectados por el paso del tiempo que no pueden desviar las aguas pluviales que acaban entrando en el templo.

La intervención se centrará en consolidar la cubierta y reparar los desperfectos con una inversión de 40.000 euros. Se trata de una actuación de urgencia, que el gerente de la Fundación espera poder continuar durante dos fases más. "Lo deseable sería acometer el año que viene obras en el interior, donde se conserva el retablo de la Virgen del Carmen, y unas pinturas originales ocultas por el repintado actual", apuntaba Antonio Jiménez.

Los daños en el interior no son menores: las humedades se han adueñado de los muros y las filtraciones del agua por lluvia y por capilaridad han incidido especialmente en la zona de la sacristía y campanario.

Una tercera fase iría encaminada a ejecutar el acondicionamiento del entorno paisajístico, el principal valor de la ermita. "La construcción es modesta, con una decoración interior popular, pero su interés radica, sobre todo, en su perfecta integración en el paisaje semiárido y salpicado de manchas verdes de sabinas", aclaraba el gerente. "Constituye –agregó– un extraordinario mirador de la ciudad". El conjunto monumental del entorno de la ermita se completa con un viacrucis y un peirón dedicado a San Pascual Bailón.

La ermita sigue siendo utilizada en la romería que tiene lugar en la festividad del Carmen y durante la cual las mujeres del barrio se encargan de transportar la imagen religiosa desde la iglesia de Santiago hasta el pequeño templo a través de un camino serpenteante y pedregoso.

Según las previsiones que barajan los restauradores de la Fundación Santa María, las obras deberían estar terminadas en el mes de septiembre. Es una labor complicada, ya que el proyecto se compagina con las últimas actuaciones en la capilla del Pilar de la catedral de Albarracín.

Esta es la quinta ermita que restaura la institución cultural. Además de la de San Juan, en el casco urbano de Albarracín, ha reparado la Hoyalda, de Torres; la del Tremedal de Tronchón y la de Estercuel.

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