La zona de acampada de las fiestas de La Vaquilla, que se celebrarán del 30 de junio al 10 de julio, duplicará su capacidad en 2017 tras los buenos resultados de la primera experiencia, desarrollada en 2016 y que redujo al mínimo el camping descontrolado en el entorno urbano y los estacionamientos indebidos en las calles de la ciudad. La superficie destinada a los campistas mantendrá la ubicación del año pasado, junto al colegio de Las Viñas, pero su número de parcelas pasará de 225 a 555.

La acampada ofrecerá plazas de 35 metros cuadrados con capacidad para estacionar un turismo y montar una tienda para cuatro personas. La potenciación de esta modalidad de alojamiento para las decenas de miles de visitantes que recibe la ciudad durante las fiestas fue la principal novedad organizativa anunciada ayer en la Junta de Seguridad de la Vaquilla, celebrada en el Ayuntamiento con la presencia de todos los servicios de seguridad, emergencias y sanitarios del Gobierno central, la DGA y el Ayuntamiento.

La alcaldesa, Emma Buj, dijo que se refuerza la oferta para campistas porque el año pasado se constató su "efecto disuasorio" de la acampada libre y el estacionamiento incontrolado. Señaló que el camping de Las Viñas no causó "graves perjuicios" a los vecinos de San León y fue bien recibido por hosteleros y comerciantes.

También para afrontar los problemas derivados de la masificación del Centro Histórico, la parada de los autobuses interurbanos se trasladará durante los días 8 y 9 al entorno del colegio Miguel Vallés, al igual que en 2016. Esta medida permite tomar y bajarse del bus en un lugar cercano al centro urbano pero sin los inconvenientes de pasar por la estación de la Ronda, con los accesos colapsados por la presencia de público en las calles y en las rampas de entrada a la terminal.

Emma Buj, que presentó el dispositivo de seguridad con el subdelegado del Gobierno, José María Valero, prevé una afluencia de visitantes similar a la de 2016, pero manteniendo "la tendencia ascendente" de los últimos años, reforzada en 2017 por ser el primer año en que La Vaquilla ostenta el carácter de Fiesta de Interés Turístico Regional.

El 8 de julio se mantendrá la prohibición de acceder con envases de cristal a la plaza del Torico en la multitudinaria colocación del Pañuelico para evitar los cortes producidos por vidrios rotos en el suelo. Como novedad, agentes de la Policía Local reforzados por cuatro guardias de seguridad vigilarán desde las 12.00 para impedir el acceso a la plaza con recipientes de vidrio.

La celebración de las fiestas con una alerta antiterrorista de nivel 4 –en una escala de 1 a 5– obligará a extremar las labores de vigilancia en los actos con las mayores aglomeraciones, según anunció el subdelegado del Gobierno. La colocación del Pañuelico y su retirada, el desfile de las peñas hacia la plaza de toros o los conciertos de Los Planos serán objeto de una atención especial, al igual que los centros "neurálgicos" en infraestructuras y servicios, como adelantó José María Valero.

La Guardia Civil desplegará 230 agentes, 80 de ellos de la agrupación de Tráfico, para vigilar los accesos a la ciudad y evitar que conductores bajo los efectos del alcohol y las drogas salgan a las carreteras. El día de mayor intensidad en los controles será el domingo de La Vaquilla, debido a la salida masiva de visitantes de regreso a sus casas. En 2016, el nivel de pruebas positivas fue del 2%.

La Policía Nacional desplegará 135 agentes para el control de las aglomeraciones y los puntos de salida y entrada masiva de visitantes, como las estaciones de tren y autobuses. La dotación de la Comisaría Provincial se reforzará con unidades llegadas de Zaragoza, como la especializada en multitudes, la canina para la detección de drogas y la dedicada a prevenir la actuación de carteristas.