Los pueblos más bonitos de España consiguen multiplicar el turismo de interior

Albarracín se convierte en la sede de la primera asamblea que celebra en España la Federación Internacional de localidades bellas. Participan 71 representantes de once países.

La asamblea de la Federación Internacional de los Pueblos más Bonitos del Mundo se celebró en la Fundación Santa María.
Los pueblos más bonitos de España consiguen multiplicar el turismo de interior
Javier Escriche

Reforzar la promoción conjunta y ayudar a que los municipios españoles más bellos no se conviertan en escenarios sin vida son algunos de los objetivos que se ha marcado la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España. La entidad ha logrado que Albarracín sea la sede de la primera asamblea internacional que celebra el organismo en su vertiente mundial en España, un acontecimiento que se inició ayer y que reunió a 71 representantes de once países.

Los delegados procedentes de Alemania, Rusia, China, Italia, Francia, Bélgica, España, Japón, Canadá, Palestina y Suiza –miembros unos y en proceso de integración otros de la Federación de los Pueblos más Bonitos del Mundo– debatieron durante todo el día en Albarracín sobre la problemática que afecta a estas localidades, común en la práctica totalidad de ellas, así como acerca de las experiencias que cada una ha adoptado para resolver sus dificultades.

El director de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, Raúl Ortiz, señaló que el 80% de los 500 municipios del mundo que están adscritos a la organización tienen menos de mil habitantes, "por lo que registran una tendencia generalizada a sufrir el envejecimiento de la población". "Vamos a tratar –agregó– de adaptar aquellas experiencias que se pongan en común y que han dado buenos resultados".

La despoblación que padece el mundo rural y en especial la provincia de Teruel fue el punto de arranque de las intervenciones del delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, así como del secretario general técnico de Presidencia del Gobierno de Aragón, José Luis Pinedo, durante el acto de inauguración de la Asamblea. Pero en la reunión también se abordaron cuestiones positivas, como el crecimiento turístico que supone para las localidades su adhesión a la Asociación de los Pueblos más Bonitos. Ortiz quiso destacar algunos municipios con resultados relevantes. Es el caso de Calaceite, en el que, según confesó, el número de visitantes ha aumentado en los tres años que figura en la lista de la organización "un 500%". "Y la media del resto –añadió– supera ampliamente el 80%". Asimismo puso como ejemplo Chinchón, localidad madrileña que actualmente recibe 300.000 visitantes anuales o Anento (Zaragoza), la última localidad aragonesa en incorporarse, "antes una auténtica desconocida y ahora con nuevos restaurantes y un hostal en perspectiva".

Discriminación positiva

Para garantizar el futuro a los pueblos más bonitos, cuyo mantenimiento resulta costoso para los pequeños ayuntamientos que los gestionan, la Asociación española propone la firma de acuerdos con las administraciones autonómica y central que garanticen su colaboración a través de ayudas o bonificaciones fiscales. "Entendemos que tiene que haber una discriminación positiva hacia estos municipios, porque cualquier alcalde va a decir que es muy caro vivir en ellos", explicaba el director de la Asociación, para quien es necesario evitar que "los centros se despueblen y parezcan museos".

Entre las dificultades diarias que presentan los municipios adscritos a la Asociación, figuran la multiplicación de los trámites requeridos a la hora de obtener licencias de obras y de actividades empresariales o la imposibilidad de colocar grúas. "A lo mejor hay que bajar los impuestos de apertura de negocios en estos pueblos protegidos para lograr que los locales se abran y que se instalen artesanos y se asienten parejas jóvenes", apuntó Raúl Ortiz.

El directivo reconoció, no obstante, que la despoblación es un "mal endémico" en el mundo rural de cualquier país. "Estamos hablando de que a nivel internacional se detecta una caída de población en los pequeños pueblos de un 20% cada cinco años", especificó, tras apuntar que este fue el motivo de una reciente visita de la Asociación al Parlamento Europeo.

El delegado del Gobierno en Aragón aludió, igualmente, a la problemática demográfica, poniendo de manifiesto la necesidad de "dotar de vida a los pueblos"."Tenemos que esforzarnos en que la despoblación no se convierta en tendencia", concluyó. En parecidos términos se expresó el secretario general de Presidencia, quien destacó el incremento de visitantes experimentado en Aragón en 2016. "Pero –reconoció– hay muchos municipios despoblados, por lo que tenemos la obligación de hacer del turismo un gran motor de riqueza".

Aragón, con diez pueblos integrados en el exclusivo club (Albarracín, Anento, Alquézar, Aínsa, Ansó, Calaceite, Cantavieja, Rubielos de Mora, Puertomingalvo y Valderrobres), es la Comunidad española con mayor presencia dentro de la Asociación, un aspecto que destacó el presidente de la Diputación turolense, Ramón Millán. "Tenemos un gran potencial en Teruel –subrayó–, y la celebración de la asamblea internacional en Albarracín puede ser el inicio del aprovechamiento de todas nuestras capacidades".

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