La italiana Enel confirma que cerrará la central térmica de Andorra el 30 de junio de 2020

El mensaje se ha comunicado durante la junta general de accionistas celebrada este jueves en Roma.

Un turno de empleados sale de la térmica de Andorra.
Un turno de empleados sale de la térmica de Andorra en una imagen reciente.
María Quílez

Enel, principal accionista de Endesa, confirmó el jueves el cierre de la térmica de Andorra el 30 de junio de 2020 durante la junta general de accionistas celebrada en Roma, según afirmó el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA), que participó en dicha reunión, informó Europa Press. Fuentes de Endesa no negaron tal decisión e indicaron que "sin un marco regulativo adecuado para el carbón nacional, la vida de esta central tenía un límite, estaba abocada al cierre".

La medida, que afecta también a la central que Endesa tiene en Compostilla (León), supone ratificar los peores pronósticos para la cuenca minera turolense. La térmica andorrana lleva produciendo electricidad mediante la quema de carbón de la zona más de 40 años. Aunque el sector minero-eléctrico en la provincia de Teruel ha ido a menos en los últimos años, en la central trabajan todavía 400 personas y alrededor de 200 mineros extraen lignito en minas de Ariño, Estercuel y Foz Calanda con destino a la térmica. A estos empleos directos hay que sumar, al menos, otros tantos indirectos en los sectores del transporte y el mantenimiento de maquinaria.

"Es un mazazo, un varapalo tremendo", manifestó anoche el alcalde de Ariño y minero de profesión, Joaquín Noé, al conocer la noticia. "La contaminación del carbón como argumento para el cierre es una mera excusa. Las empresas no tienen corazón, solo miran su cuenta de resultados", protestó. En su opinión, "todo responde a un plan trazado desde hace mucho tiempo, en el que poco a poco han ido vendiendo a cachos la minería de Teruel".

Noé, que ha participado en todas las manifestaciones en defensa de la minería de los últimos 6 años, cuando aparecieron los primeros temores ante un posible cierre de la central, vaticinó que "media provincia morirá". "No son solo los puestos de trabajo directos en la central y en las minas, sino también todo el negocio que se genera a su alrededor, por no hablar de los comercios o la hostelería", agregó el alcalde de Ariño.

Ya a principios de este año, la amenaza de cierre de la térmica fue concretándose para 2020, lo que empujó a todos los agentes sociales a crear una ‘Mesa por el futuro y la reindustrialización de Andorra-Sierra de Arcos’, cuyos miembros exigieron la implicación de los gobiernos central y autonómico, así como de las empresas del sector minero-eléctrico (Endesa y Samca) para llevar a cabo un plan de reconversión real, eficaz e inmediato.

Sin embargo, nunca se perdió la esperanza de que la compañía cambiara de parecer y mantuviera abierta finalmente la térmica, si bien para ello era necesario realizar en las instalaciones una inversión de más de 200 millones de euros que permitiera a la central adaptarse a las nuevas exigencias de Europa en material ambiental.

"Sin la térmica, la zona se cae"

"No tenemos hoy por hoy alternativas". "Nos han pillado todas las crisis posibles y en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos seguimos viviendo del carbón", protestó Noé. "Sin la térmica –continuó– toda la zona se cae". El alcalde de Ariño denunció que "ha faltado apoyo del Gobierno central. Nadie ha querido ver nuestro problema".

El hecho de que la noticia partiera del IIDMA, entidad vinculada al medioambiente, generó el recelo sindical. El secretario de UGT en Teruel, Alejo Galve, dijo que no daría por confirmado el cierre hasta obtener información de la propia Enel o de Endesa. "Podría ser que aún no estuviera todo perdido", señaló. Según el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente, Enel anuncia inversiones en las centrales de As Pontes, Litoral y Alcudia para cumplir con la normativa de la UE.

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