Fomento reparará en abril el talud hundido del túnel de la obra de la N-232 en Monroyo

El Ministerio de Fomento actuará en el talud de la boca Sur del túnel de La Consolación en las obras de la N-232 a su paso por Monroyo, venido abajo tras las nevadas y lluvias del pasado mes de enero. La intervención, a través de la empresa adjudicataria, Rover Alcisa, consistirá en reconstruir el muro de hormigón tras subsanar los fallos que pudiesen existir en el diseño del mismo. La intención es que la reparación no se demore más de 2 o 3 semanas, por lo que el arreglo estaría listo en abril.

Tras el derrumbe, que no afectó a la estructura del túnel, Fomento abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido y aunque todavía no han trascendido las causas, todo parece indicar que podría haber sido debido a un defecto en los drenajes y en la inclinación del muro. El terreno sobre el que discurren los 13,4 kilómetros de obras de la N-232 entre el cruce de Ráfales y el límite con la provincia de Castellón, está conformado por arcillas y bloques de arenisca altamente inestables con los cambios de humedad. Si bien Fomento apuntó a las lluvias y nevadas como desencadenante del hundimiento, lo cierto es que el temporal de nieve y lluvia dejó 100 litros por metro cuadrado en varios días, cantidad que entra dentro de los parámetros normales del clima de Monroyo.

Se desconoce también si las labores de reconstrucción del talud pueden retrasar la puesta en marcha de la carretera, prevista, según las últimas informaciones de la Dirección General de Carreteras, para el próximo verano, dos años antes de lo previsto en el proyecto. Cabe recordar que la obra cuenta con tres taludes más de similares características, uno de ellos en la boca Norte del mismo túnel y los otros dos en el túnel de la variante de Monroyo. Ambos túneles miden 240 y 455 metros respectivamente.

Malestar por una centralita

Por otro lado, existe un gran malestar entre vecinos y comerciantes de Monroyo ante el temor de no poder construir un área de servicio a la entrada de la localidad debido a la ubicación de una centralita telefónica. Tras el visto bueno de Fomento, el Ayuntamiento pretendía construir un parquin en la entrada del casco urbano, sin embargo, justo en medio de los terrenos proyectados se encuentra la caseta de telefonía. Desde el Consistorio denuncian la negativa de la compañía a buscar soluciones.

Pese a la receptividad inicial, la empresa, denuncian, se niega ahora a consensuar una solución y la única salida que ofrecen es que el Consistorio reubique la centralita, lo que supondría un coste de 300.000 euros. "La empresa no quiere comunicarse con nosotros y nos preocupa; no podemos asumir esa cantidad", manifestó José Ramón Guarc, alcalde de Monroyo.