La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Teruel ha iniciado una campaña para reivindicar que el futuro hospital de Teruel, que todavía está en fase de proyecto, cuente con un equipo de radioterapia que evite que los enfermos tengan que desplazarse a hospitales de Zaragoza o Valencia para recibir el tratamiento. La organización denuncia que los pacientes realizan el viaje en ambulancias colectivas que van pueblo a pueblo recogiendo a cinco o seis personas, lo que hace que un enfermo emplee prácticamente todo el día en esta operación pese a que la sesión curativa dura apenas 10 minutos.

"El viaje es una auténtica paliza para una persona que no se encuentra bien" criticó el presidente de la AECC en Teruel, Joaquín Larramendi. "Es el momento –continuó– de reclamar que el nuevo hospital disponga de un equipo de radioterapia. Luego, cuando ya esté construido el edificio sanitario, quizá sea tarde".

La asociación ha comunicado ya su reivindicación al consejero de Sanidad de la DGA, Sebastián Celaya, y se ha reunido con el Consejo de Salud de la zona Teruel Ensanche –integrada por médicos y vecinos– para tratar el tema, a la espera de poder hacer lo mismo con el barrio del Centro Histórico de la ciudad. Entre otras medidas, estudia la puesta en marcha de una recogida de firmas entre la población que apoye la demanda de un acelerador lineal, el aparato que proporciona radioterapia.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Teruel, Pepe Polo, adelantó que esta entidad "respaldará" la recogida de firmas al entender que los enfermos tienen que hacer frente a desplazamientos de hasta 250 kilómetros diarios entre ida y vuelta durante dos meses para poder someterse al tratamiento.

"Todo lo que sea evitar viajes a los enfermos nos parece perfecto", dijo Polo. "Es inhumano que un paciente salga con malestar de un tratamiento médico y tenga entonces que subirse a una ambulancia y viajar durante dos horas o más", agregó el presidente vecinal. Polo explicó que algunos enfermos optan por recurrir a algún familiar o amigo que los lleve a Zaragoza o Valencia para evitar el penoso viaje en ambulancia colectiva.

Pepe Polo reclamó, además, que el futuro hospital amplíe su cartera de servicios, "pues, de lo contrario, acabará estando todo en Zaragoza". El representante de las asociaciones vecinales de Teruel afirmó que apoyará "cualquier acción que la AECC crea conveniente, poniendo a su disposición toda nuestra infraestructura, medios humanos y materiales".

También el sindicato médico CESM se suma a la reivindicación. "Todo aquello que suponga una mejora para la población encontrará en nosotros el apoyo necesario", indicaron fuentes de esta organización sindical.

"Es intolerable"

El presidente del Colegio de Médicos de Teruel, Ismael Sánchez, se mostró a favor de "acercar los servicios al ciudadano" y puso de relieve que "faltan prestaciones en las zonas con menos población". No obstante, destacó que el menor número de pacientes en la provincia de Teruel podría restar habilidad a los profesionales sanitarios que se ocupen del manejo del equipo de radioterapia. Con esta salvedad, Sánchez calificó de "intolerable" que haya personas que viajen 8 horas para 10 minutos de tratamiento.

Las ambulancias se organizan en rutas en función del lugar de residencia de los pacientes. Uno de los recorridos más complicados es el que, partiendo de Teruel, recoge a vecinos de la Sierra de Albarracín con destino a Zaragoza. Los enfermos inician el viaje a las 5.30 y no vuelven a casa hasta las 14.00. También compleja es la ruta que va por municipios de Gúdar-Javalambre hacia Valencia. Estos enfermos recorren, entre ida y vuelta, 500 kilómetros en un día. Un tratamiento de radioterapia suele durar dos meses en sesiones diarias de lunes a viernes.