El Observatorio de Javalambre recibe la segunda cámara digital más grande del mundo

Irá acoplada al telescopio T250 para elaborar un mapa del Universo. La máquina tiene 1.200 millones de píxeles.

Los ingenieros trabajan con la cámara criogénica en la sala limpia del Observatorio de Javalambre.
El Observatorio de Javalambre recibe la segunda cámara digital más grande del mundo
CEFCA

El Observatorio de Javalambre ya dispone de todo el instrumental para poder alcanzar su objetivo más inmediato: el cartografiado tridimensional del Universo. El jueves llegó a las instalaciones la cámara JPCam, el último material que faltaba para completar el equipamiento del centro astrofísico instalado en el Pico del Buitre, un conjunto de aparatos tan complejo que ha tardado seis años en fabricarse.


La cámara, que reproducirá las imágenes tomadas por el telescopio T250, es, junto con los espejos, el elemento más sensible de los que cuenta el Observatorio y, por sus características, que la capacitan para proporcionar imágenes de 1.200 millones de píxeles, la convierten en la segunda digital más grande del mundo, después de la que está instalada en un observatorio de Hawái.


La singularidad de esta pieza, de gran precisión y muy sensible, obligó durante su traslado a extremar todavía más las medidas de seguridad que se han venido siguiendo al desplazar el instrumental óptico y de observación al macizo de Javalambre, ubicado a casi dos mil metros de altitud. De hecho, el camión que condujo la cámara desde la fábrica de Chelmsford –a 40 kilómetros de Londres– hasta el centro astrofísico turolense invirtió en su trayecto tres días, y en el último tramo, una sinuosa carretera de montaña sin asfaltar, tuvo que desplazarse a 10 kilómetros por hora.


"Es la parte más delicada del JPCam, por lo que su transporte ha sido muy complejo", explicaba el responsable de instrumentación científica del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón, CEFCA –entidad que gestiona el Observatorio–, el ingeniero Antonio Marín. Para su traslado se utilizó un camión especial dotado de un sistema de suspensión por aire con objeto de absorber las vibraciones.Sensibilidad a las vibraciones


Según explicaba Marín, "cualquier bache hubiera podido desalinear alguno de los catorce detectores científicos del plano focal, elementos extremadamente sensibles". Por si fuera poco, el material iba empaquetado en un peculiar embalaje, suspendido en un sistema de muelles y con un dispositivo que registraba las más mínimas vibraciones. "Este mecanismo permite conocer al segundo si el camión atraviesa un bache o algún desnivel", manifestó.


Al adentrarse el jueves en la carretera de tierra, que la lluvia convirtió en barrizal, el camión que transportaba la delicada mercancía, fue precedido de una motoniveladora de la Diputación Provincial, que allanó el camino eliminando los baches que encontraba a su paso.


El instrumental que irá acoplado al telescopio T250 –el de mayores dimensiones del Observatorio–, con la misión de reproducir las imágenes tomadas del cosmos, es único en el mundo y el más poderoso para cartografiar el cielo. Además de la cámara criogénica que acaba de llegar, cuenta con un sistema que permite posicionar el plano focal, así como una unidad de obturado y 59 filtros ópticos. Son precisamente estas pantallas tamizadoras, que permiten diseccionar la luz, y el enorme campo focal de la cámara, lo que hace único este equipamiento, según subrayó Antonio Marín.El mapa más completo


El ingeniero recordó que este material ha sido diseñado específicamente para el campo desarrollado con el telescopio T250, con objeto de sacarle el máximo rendimiento. Y agregó que es "la manera más completa de elaborar un mapa tridimensional del Universo".


En estos momentos, todo el equipo de ingenieros del CEFCA trabaja en el montaje de la cámara, un proceso difícil que llevará unos cinco meses de operaciones. Después de su puesta en marcha, se procederá a las pruebas de verificación, para posteriormente entrar en la fase de optimización a través de ajustes milimétricos. Finalmente, se integrará todo el instrumental del JPCam al telescopio. Las previsiones son que entre los meses de marzo y abril del año que viene se complete el montaje y pueda entrar en funcionamiento con su equipamiento definitivo el gran telescopio de Javalambre, de manera que se puedan tomar las primeras imágenes del Universo.


Antonio Marín destacó la complejidad de la puesta en marcha del conjunto de aparatos científicos, que precisa, incluso, de la presencia de algunos de los miembros del equipo que ha participado en su fabricación.

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