Temor a una plaga virulenta de la procesionaria por la denegación de tratamientos aéreos

Técnicos en sanidad forestal detectan daños tempranos en zonas ya afectadas el año pasado. Las previsiones apuntan a una incidencia muy elevada en la capital por estar rodeada de pinares.

Tratamiento: Según el ciclo vital de la procesionaria –arriba, un pinar afectado el año pasado–, durante septiembre y octubre nacen las orugas y es el momento adecuado para los tratamientos fitosanitarios aéreos.
Tratamiento: Según el ciclo vital de la procesionaria –arriba, un pinar afectado el año pasado–, durante septiembre y octubre nacen las orugas y es el momento adecuado para los tratamientos fitosanitarios aéreos.
A. García/bykofoto

La invasión de la procesionaria en los pinares de la provincia de Teruel podría resultar este invierno tanto o más virulenta que en la campaña anterior, según predicen los expertos. Las suaves temperaturas y la persistente falta de lluvias –factores que se reproducen del año pasado– están influyendo en que los daños se presenten cada vez de forma más temprana. De hecho, ya han comenzado a apreciarse las primeras afecciones en montes muy perjudicados en 2015 y se cree que la incidencia en Teruel, una ciudad rodeada de masas forestales, podría estar en su máximo nivel. Según el ciclo vital del insecto lepidóptero, en el plazo de un mes comenzarán a aparecer los bolsones algodonosos colgados de las hojas de los pinos.


La preocupación, no obstante, es mayor después de conocerse que el Ministerio de Medio Ambiente ha denegado la autorización solicitada por el Gobierno de Aragón para realizar de forma excepcional tratamientos fitosanitarios por medios aéreos. Rechaza este mecanismo por el producto propuesto por los expertos.


La jefa del Servicio de Sanidad Forestal y responsable del laboratorio de Sanidad Forestal –el único de la Comunidad Autónoma dependiente del Gobierno de Aragón y uno de los referentes a nivel nacional en el estudio de plagas–, con sede en Mora de Rubielos, Ana Oliván, considera que esta decisión "es un gran inconveniente" para la erradicación de la plaga, que predice muy virulenta. "Lo que más nos llama la atención es que las zonas que sufrieron la campaña anterior un ataque más intenso tienen este año también mucha incidencia, cuando eso no es lo normal en el ciclo vital de la procesionaria, que suele cebarse con pinares intactos", explicaba.

Llegar a zonas inaccesibles

Las fumigaciones aéreas, la última de las cuales se llevó a cabo en 2009 en unas 3.000 hectáreas de pinar atendiendo a una normativa europea, son contempladas por los técnicos como las únicas medidas "técnica y económicamente viables" para luchar contra la plaga en situaciones excepcionales. "Es la única manera de poder llegar a zonas inaccesibles por otros medios", puntualizaba Oliván.


El principal revés es que el Ministerio de Medio Ambiente propone un producto fitosanitario alternativo al planteado por el Departamento de Sanidad Forestal para llevar a cabo el tratamiento mediante avionetas. La jefa de la sección provincial sostiene, sin embargo, que los trámites que se requieren para volver a solicitar la autorización aplicando la nueva sustancia impedirían llegar a tiempo para la campaña de erradicación, cuyas fumigaciones se deben acometer en otoño, cuando se produce el nacimiento de las crías.


En contra de los detractores de este tipo de medidas, Ana Oliván explica que se llevan a cabo en una mínima parte de los pinares afectados, y asegura que se trata de un producto "testado hace más de veinte años, con una efectividad muy alta". Lo paradójico, a su juicio, es que esa misma elaboración química cuyo uso desautoriza el Ministerio "fue aplicada en más de 9.000 hectáreas en Aragón para combatir una plaga de langosta". Y dice que para mayor incongruencia, se puede utilizar "de forma manual en parques sin necesidad de tramitación especial".


En contra del producto alternativo planteado por el Ministerio figura, según indicó Oliván, su menor eficacia, lo que obliga a "realizar 2 o 3 aplicaciones, y, por tanto, triplica el coste del tratamiento". La responsable del laboratorio de Sanidad Forestal agregó que el único método que queda para enfrentarse a la plaga de procesionaria es acometer fumigaciones manuales, de forma muy puntual y localizada. "Lo mismo que el año pasado –dijo– en patios de colegios y zonas habitadas".

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