Obras de parcheo en el Obispo Polanco obligan a reubicar pacientes en distintas plantas

La mitad de la zona de hospitalización de Medicina Interna está cerrada por el repintado de paredes y mejora de aseos. Tres quirófanos han estado fuera de servicio durante el verano por reformas.

Obras en el Hospital
Obras en el Hospital
Jorge Escudero

Las obras de reparación que se llevan a cabo en la planta tercera del hospital Obispo Polanco de Teruel –dedicada a Medicina Interna– están obligando a reubicar a los pacientes de dicha especialidad, gran parte de ellos ancianos, en otras áreas de hospitalización del edificio. Los trabajos, que arrancaron hace tres semanas aproximadamente, han concluido ya en la mitad del espacio, pero quedan pendientes todavía varias habitaciones por reformar. La actuación se centra en el repintado de paredes y puertas así como en el adecentamiento de los aseos.


Estas no son las únicas obras que se realizan actualmente en el Obispo Polanco. De forma coordinada, el Gobierno aragonés está acometiendo la mejora de tres de los 6 quirófanos, que desde mediados del pasado mes de julio han estado cerrados con el fin de que pueda renovarse el suelo de los boxes –muy deteriorado por el uso–, se eliminen los desperfectos de las paredes y se modifique la ubicación de los puntos de luz. Además, se han instalado puertas automáticas y se ha mejorado la iluminación de las zonas intermedias. Dos de los quirófanos ya están de nuevo en funcionamiento y se espera que la semana que viene entre en servicio el tercero.

Listas de espera "dinámicas"

El director del Obispo Polanco, Fernando Galve, aseguró ayer que el cierre de los tres quirófanos no ha obligado a posponer operaciones ni ha aumentado las listas de espera ya que, según explicó, se ha aprovechado una época –el verano– en la que muchos pacientes prefieren no ser intervenidos. "Las listas de espera son algo dinámico y en constante evolución", manifestó.


No obstante, desde la Junta de Personal –aglutina representantes de todos los colectivos profesionales del hospital–, afirmaron que el cierre de quirófanos sí se ha traducido en mayores esperas para los pacientes. Su portavoz, Jesús Martínez Burgui, destacó que "por supuesto que suponen graves molestias para los enfermos", al igual que el cierre de la mitad de la planta tercera "hace incómodo el trabajo de los profesionales, que deben ir de un piso a otro".


La profusión de obras en el Obispo Polanco pone de relieve el deterioro de las instalaciones, que levantadas hace ya 63 años duplican con creces el periodo de vida útil fijado para este tipo de edificios, 30 años. Los trabajos que ahora se llevan a cabo en quirófanos y en la planta tercera se suman a los realizados en los últimos años. En 2012 ya se actuó en la zona de intervenciones quirúrgicas para acabar con las grietas y filtraciones de agua que había en los techos y se renovó el suelo de tres boxes porque estaba abombado. Recientemente se intervino en el tejado para poner fin a las goteras que había en el edificio y se reformó la uci no solo para modernizar el sistema de monitorización, sino también para instalar una nueva grifería y renovar la red de tuberías de conducción de agua.


"El hospital tiene muchos años y tenemos que hacer reparaciones continuamente", dijo el director. "Con un edificio nuevo, esto no pasaría", subrayó. La misma idea lanzó el portavoz de la Junta de Personal, quien destacó que las obras "responden al envejecimiento de las instalaciones". No obstante, habrá que esperar aún mucho tiempo para estrenar hospital, pues tras dos modificaciones del proyecto aún no ha salido a licitación.

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