Las fiestas del municipio turolense de La Cañada de Verich cerraron ayer sus actos con una misa y una procesión baturra en honor de Santa Ana por las calles del centro de la pequeña localidad bajoaragonesa. Al acabar, se ofreció un vino local para que todos los vecinos y visitantes del pueblo pudieran degustarlo. Por la tarde tuvo lugar un festival de jota a cargo del Mini Grupo, procedente de Alcañiz al que asistieron numerosos vecinos. "Estamos contentos porque ha habido una gran afluencia. En pueblos tan pequeños y despoblados, da gusto ver en verano cómo vuelven a casa y las calles se llenan de jóvenes", explicó el alcalde, José Manuel Insa, quien agradeció además la colaboración vecinal para organizar los actos programados.

Las fiestas patronales del municipio se han prolongado durante cinco días. Los actos más participativos fueron la fiesta de la espuma del sábado y la actuación de teatro con disco móvil del lunes.