La reja de la catedral y el relieve de Los Amantes, dos joyas patrimoniales en restauración

Dos de los principales elementos del patrimonio cultural de Teruel, el relieve de Los Amantes de la Escalinata y la rejería modernista de la catedral de Santa María de Mediavilla, iniciaron ayer un proceso de restauración que se prolongará durante los próximos dos meses. Las obras, que corren a cargo de la Fundación Santa María de Albarracín, repararán los desperfectos causados por la intemperie y el vandalismo. Ambos elementos forman parte de sendos monumentos catalogados como Bien de Interés Cultural.

La rejería de la catedral se incorporó a la portada a principios del siglo XX con la reforma ejecutada por el arquitecto modernista Pau Monguió. Se trata de un trabajo del taller de Matías Abad, famoso por sus creaciones en forja. La restauración se enmarca en un proyecto más amplio que abarca las fachadas del templo financiado por el Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) de 2015 con 1,6 millones de euros.

El paso del tiempo, el duro clima de Teruel y alguna reparación desacertada han desembocado en un estado de "deterioro brutal" de la reja, según el gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez. La restauradora encargada del trabajo, Eva Aleixandre, explicó que la pintura antioxidante utilizada en una intervención acometida hace unos años ha dado problemas al degradarse y permitir la oxidación del hierro. En los puntos más sensibles la corrosión ha perforado las láminas metálicas.

La rejería, que reutilizó fragmentos de rejas interiores de la catedral, destaca por su remate con delicados motivos vegetales y por su estética goticista. Jiménez señaló que el resultado final "sorprende" por su calidad.

El gerente de la Fundación Santa María resaltó el carácter "especializado" de la restauración al tener como materia prima de trabajo el hierro y recordó que parte del equipo encargado del trabajo se formó en los cursos de restauración de metales de la Fundación. La actuación tiene un coste de 28.117 euros –incluidos en el presupuesto global de las fachadas– y debe estar terminada el próximo 15 de septiembre.

Aleixandre señaló que una de las últimas operaciones será aportar una capa de un producto "inhibidor" de la corrosión. A su juicio, "lo ideal" sería que la conservación de la reja incluyera controles e intervenciones periódicas.

Paralelamente al inicio de la restauración de la reja modernista de la catedral, arrancaba el montaje de los andamios para abordar la reparación del relieve de Los Amantes, situado en una de las puertas de entrada a la ciudad: la Escalinata neomudéjar que comunica la estación de Renfe con el Centro Histórico de Teruel.

Un autor de prestigio

La piedra en la que fue esculpida la escena cumbre de la leyenda amantista, la muerte de Isabel de Segura sobre el cadáver de Diego de Marcilla, presenta grietas, algún grafiti y pequeñas pérdidas de material. Las restauradoras Eva Sanmartín y Marita Macías trabajan en la consolidación de la escultura, obra de Aniceto Marinas, uno de los escultores más célebres de su época –entre finales del siglo XIX y principios del XX–.

Antonio Jiménez afirmó que la suma de grietas, descamaciones y grafitis ha "destrozado" la roca en la que se esculpió el relieve. Añadió que el deterioro del monumento no se aprecia en toda su magnitud "hasta que no se ve de cerca". Eva Sanmartín señaló que existe peligro inminente de que se pierdan los fragmentos más deteriorados de las figuras.

Sanmartín explicó que la principal afección es la derivada del clima turolense, con acentuados contrastes térmicos y fuertes heladas. "El agua penetra por las grietas y, al congelarse y expandirse, provoca roturas", indicó la restauradora. Además, debido al espacio sombrío que ocupa esta estatua, en algunos lugares han proliferado musgos y líquenes que agravan los destrozos.

Uno de los primeros pasos de la presente intervención será analizar muestras de la piedra para determinar sus características y la mejor manera de abordar el saneamiento de la pieza. La restauración, que podría incluir la reposición de los fragmentos perdidos, terminará con la aplicación de una capa protectora. El presupuesto de la intervención, financiada por el Ayuntamiento, es de 29.615 euros.

Al igual que en el caso de la reja de la catedral, la intervención en el relieve ha recibido la preceptiva autorización de la Comisión Provincial del Patrimonio Cultural, que supervisará también la ejecución de los trabajos.