Los retablos dedicados a la Virgen del Carmen y a la Sagrada Familia, del siglo XVII y pertenecientes al claustro de la catedral de Albarracín, están siendo objeto de una profunda intervención que permitirá sanear su estructura, gravemente dañada por el paso del tiempo y actuaciones poco afortunadas.

El trabajo, que tiene una duración de 3 semanas, está siendo desarrollado dentro de un curso de restauración aplicada organizado por la Fundación Santa María y dirigido por el profesor Fabián Pérez Pacheco. Participan diez restauradoras con objeto de reforzar sus conocimientos prácticos.

Las dos piezas, que, según se ha podido esclarecer, no pertenecían originariamente al claustro, se encuentran en mal estado de conservación, por lo que ha sido necesaria una profunda restauración que permitirá devolver su primitiva brillantez.

El retablo dedicado a la Virgen del Carmen, una obra policromada, tiene, además, el añadido de que fue modificado para adaptar su estructura a la citada imagen, para la cual no debió ser concebido. Fabián Pérez Pacheco señaló que se trata de un "retablo marco, en el que se puede observar con claridad cómo la línea central fue estrechada para acomodarla al lienzo de la Virgen".

El profesor sostiene la hipótesis de que, al igual que la pieza dedicada a la Sagrada Familia, pudo ser trasladado al claustro en el siglo XVIII, cuando se produjo una ampliación de la capilla del Pilar de la catedral.

Deficiencias en el montaje y problemas estructurales son también las principales patologías del retablo dedicado a la Sagrada Familia, una obra, en este caso sin policromar, que, según mantiene Pérez Pacheco, fue construido "reaprovechando otros elementos". "Se puede apreciar la colocación errónea de piezas, como la cornisa, que está puesta al revés", explicaba el profesor. Esta circunstancia ha provocado pérdida de anclaje. Cuenta con dos lienzos: uno en el centro, y otro, de menor tamaño, en el ático. Estos dos cuadros, junto con la imagen de la Virgen del Carmen, fueron recuperados hace varios años en el marco de un curso de restauración de pintura.

Las dos obras han sido desmontadas, para, a continuación, proceder a su saneamiento y consolidación estructural. Finalmente, dentro de una semana, está prevista su reintegración al claustro.

Con la intervención quedará completamente reformado este espacio de la catedral. Para concluir el proyecto de rehabilitación de este templo estará pendiente únicamente el retablo mayor y el sistema de iluminación.