Un nuevo tren lleva balasto del Jiloca a las obras del Corredor Mediterráneo

La Plataforma en Defensa de Ferrocarril valora positivamente la incorporación de un transporte de mercancías y reclama el arreglo de la línea por ser “estratégica”.

El nuevo tren, cargado de balasto, ayer junto al convoy de coches de la Opel de General Motors.
El nuevo tren, cargado de balasto, ayer junto al convoy de coches de la Opel de General Motors.
J. Escudero

La maltrecha línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Valencia tiene desde ayer un nuevo usuario. Se trata de un tren de mercancías que a lo largo de los próximos meses transportará un total de 20.000 toneladas de balasto procedentes de una cantera del municipio de El Poyo del Cid –en la comarca del Jiloca– con destino a las obras de construcción del Corredor Mediterráneo, en la vecina Comunidad Valenciana. Se estima que serán necesarios 40 convoyes para llevar todo el material necesario.


La Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel valoró ayer de forma muy positiva la incorporación de un nuevo transporte de mercancías a la línea. "Esta es una vía estratégica con presente y futuro y merece la pena invertir en ella", aseguró el portavoz de dicha organización, Francisco Gómez. "El Ministerio de Fomento y el ADIF deberían apostar por ella, porque, si reuniera buenas condiciones, doblaría su capacidad en poco tiempo", agregó.


El nuevo transporte de balasto se suma a los dos trenes semanales cargados de coches de la marca Opel que General Motors envía al puerto de Valencia desde hace dos años y a otros dos convoyes por semana que la empresa Continental Rail manda a Valencia. La vía registra, además, a diario 8 trenes de viajeros –4 en cada sentido–. Aunque no es, ni de lejos, el tráfico que había hace 30 años, los colectivos en defensa del tren, así como los empresarios, opinan que estamos ante un "renacer" del interés por la línea de Teruel.


Así lo afirmó ayer Carlos Pérez, gerente de Emipesa, la empresa que explota la cantera de El Poyo del Cid cuya piedra se va a utilizar en la construcción del Corredor Mediterráneo. "Es un buen momento para que todas las administraciones se involucren en la línea. Hay ilusión entre el sector empresarial por contar con una buena vía que conecte el Mediterráneo con el Cantábrico", destacó. "Este corredor tiene sentido", agregó.


Emipesa, que en 2012 obtuvo la homologación para poder suministrar balasto a ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias?) ha financiado con 60.000 euros la construcción de un muelle de carga en la estación de Caminreal –cerca de El Poyo del Cid– para el transporte de la piedra por tren. "Mi mayor alegría como productor de balasto es dar vida a esta vía de tren", manifestó Carlos Pérez. "Falta voluntad política para relanzar esta línea", añadió el empresario.

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