Un legado de cien años de minería

Un grupo de voluntarios de Utrillas se dedican desde hace cinco meses a clasificar el archivo documental de MFU, la empresa que marcó los destinos de la Cuenca.

Miles de documentos resumen la vida de la mayor empresa minera de Utrillas.
Miles de documentos resumen la vida de la mayor empresa minera de Utrillas.
A. Fontenla

Miles de legajos y planos se apilan en el archivo documental de MFU, la mayor empresa minera de la Cuenca de Utrillas y una de las más importantes de la provincia, que durante un siglo marcó los destinos de todos los habitantes de este vasto territorio turolense. En los papeles se atesora una buena parte de la historia más reciente de las localidades del entorno.


Entre los documentos, que ya fueron catalogados hace una década, se mueven desde hace unos meses cinco miembros de la Asociación de Voluntarios del Patrimonio de Utrillas, con el objeto de clasificar el inmenso legado por temas e incluirlo en una base de datos para facilitar su acceso. El grupo es consciente de que esta considerable tarea no terminará ni en un año ni en dos. De hecho, en los pocos meses que llevan trabajando ya han introducido en la base de datos 700 planos de las minas de las que se extraía el carbón, que representan menos de una tercera parte del total.


A pesar de ello, se hallan cada día inmersos, durante su tiempo libre, en montones de documentos con el único fin de rescatar el patrimonio de Utrillas y ponerlo en valor. "Ordenamos los documentos por temas para simplificar el trabajo a cualquier historiador interesado en profundizar en nuestra historia", explicaba Antonio Fontenla, uno de los voluntarios.


Lo hacen sin ánimo de lucro, únicamente por la pasión que sienten ante su acervo cultural, y su esfuerzo ya se está viendo recompensado con el descubrimiento de algunas joyas históricas, como algunos planos de las minas fabricados en tela y dibujados a color.


Los más antiguos legajos están datados en 1847, cuando se realizó la primera concesión minera, si bien la empresa MFUse fundó años después, en 1900. Desde entonces hasta 2002, en que cerró la última mina a cielo abierto, se ha ido acumulando todo el material fruto del quehacer cotidiano de la industria carbonífera. Hasta los más simples documentos, como un libro copiador de cartas, la contabilidad o la escritura para la concesión de la mina la Mezquitilla, aparecen en el histórico legado.

Accidente mortal

Pero, sin duda, uno de los hechos más relevantes registrados entre los antiguos papeles es la explosión producida en el pozo Santa Bárbara en 1959, que se saldó con 13 mineros muertos y 60 heridos.


A través de los escritos es posible recomponer importantes episodios de la historia de Utrillas. Se sabe que en la localidad se creó en los años cuarenta del siglo pasado un centro penitenciario para albergar a presos políticos procedentes de diferentes ciudades que sirvieron de mano de obra en las minas, cuando escaseaba la plantilla de mineros. Antonio Fontenla explica que en la documentación hay constancia de situaciones curiosas, "como que estos presos tenían un sueldo, pero de él se descontaba la manutención y el coste de los soldados que los custodiaban".


Hace más de una década que MFU echó el cerrojazo, pero en la comarca de Utrillas aún perdura su estela. No en balde, la empresa llegó a tener en su momento de mayor auge una plantilla de 1.500 trabajadores.

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