Seis de los diez alcaldes pedáneos repiten tras las elecciones en los barrios rurales

La participación, muy desigual, osciló entre el 14% de San Blas y el 88% de Aldehuela. El cargo queda vacante en Villalba Baja ante la falta de candidatos.

Vecinos de Villaspesa acuden al colegio electoral a votar a su alcalde pedáneo.
Vecinos de Villaspesa acuden al colegio electoral a votar a su alcalde pedáneo. jorge escudero
jorge escudero

Las elecciones celebradas ayer en nueve de los diez barrios rurales de Teruel para la elección de sus respectivos delegados de la Alcaldía concluyeron con la renovación del mandato para seis alcaldes pedáneos. La votación no se celebró en Villalba Baja porque ningún vecino se presentó como candidato para sustituir al saliente Lucinio Hernández, que abandona el cargo al no poder compatibilizarlo con su trabajo.


La participación vecinal osciló entre el 14% de San Blas –la pedanía más poblada– o el 27% de Caudé y el 88% de Aldehuela o el 82% de El Campillo. El segundo teniente de alcalde y delegado de Régimen Interior, Jesús Fuertes, consideró "alta" la afluencia a las urnas, que se rigió por el mismo censo electoral que las pasadas elecciones locales.


Los electores optaron por la continuidad de sus alcaldes pedáneos en Aldehuela, Castralvo, Caudé, Tortajada, Valdecebro y Villaspesa y por la renovación en El Campillo, Concud y San Blas. En El Campillo, el núcleo con más candidatos –tres–, se produjo un empate entre Bienvenido Julve y Javier Martín, que, previsiblemente, se resolverá por sorteo, según adelantó Fuertes.


El concejal de Régimen Interior, que se encargó de coordinar los comicios, explicó que, en general, la afluencia a las urnas fue más alta en los barrios con varios candidatos y en los que han experimentado una menor variación del censo en los últimos años. Señaló que la llegada de nuevos vecinos en los años del ‘boom’ inmobiliario a pedanías como San Blas, Villaspesa y, en menor medida, Concud, comportó una menor participación porque se trata de población llegada de la ciudad de Teruel y que se siente menos vinculada a los barrios rurales y que, en muchos casos, no conoce personalmente a los candidatos.


Jesús Fuertes indicó que la designación de los alcaldes pedáneos se realiza por votación directa de los vecinos, aunque el nombramiento es una potestad del alcalde. Añadió que, ante la ausencia de una reglamentación estatal para el proceso, el Ayuntamiento aplica su propia normativa.


El concejal señaló que la elección directa se aplica desde la reimplantación de la democracia porque "es el procedimiento más democrático". Señaló que, en el caso de Villalba Baja, el alcalde, Manuel Blasco, nombrará directamente al delegado de barrio ante la falta de aspirantes.


Entre los alcaldes de barrio que renovaron la confianza de sus vecinos figura el de Castralvo, Francisco Calvé, el más veterano en este cargo con 32 años de experiencia ininterrumpidos. Calvé se mostró satisfecho del respaldo de sus convecinos y adelantó que sus prioridades de trabajo serán mejorar la cobertura de telefonía móvil –media población carece de señal– y conseguir llevar la fibra óptica desde la capital.


Calvé añadió que en la pedanía existen cien solicitudes de líneas ADSL en lista de espera que no son atendidas por la operadora de telefonía ante la falta de infraestructuras. Otra demanda del barrio que intentará impulsar es la construcción de un carril bici para enlazarlo con la ciudad, situada a tres kilómetros.


Tras la elección de los alcaldes pedáneos, los resultados serán comunicados al pleno municipal y, a continuación, el alcalde firmará los decretos de nombramiento, que podrían entrar en vigor entre enero y febrero de 2016.


Los aspirantes no se presentaban a los comicios bajo siglas de partidos políticos sino como ciudadanos a título individual, aunque varios de ellos pertenecen a distintas formaciones políticas.

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