Un buen plato de judías sirvió este jueves a los vecinos de Fuentes Claras para tomar fuerzas para enfrentar cinco días de fiestas cargados de actos. Ya por la mañana las campanas de la iglesia alertaron de que los festejos se acercaban con un sonoro volteo al que siguieron las carreras, a ritmo de charanga, de los chavales delante de los cabezudos. La misma agrupación acompañó a las carrozas temáticas que recorrieron las calles tras la comida popular.

A las siete de la tarde comenzaron los festejos de forma oficial con el pregón que pronunció la alcaldesa de la localidad, Milagros Gracia. Después, la fiesta de la espuma tomó el protagonismo. Antes de irse a cenar, los vecinos se colocaron su calzado más cómodo para correr lo más rápido posible en el concurso de recortadores, donde no tuvieron que preocuparse por las posibles cornadas porque no había astados sino niños con enormes tijeras como perseguidores. Y el espíritu de los años ochenta llegó al municipio durante la primera noche.

Los vecinos, que doblan su número durante las fiestas, también comenzarán este viernes recargando pilas con el concurso de postres, tortillas y tapas tanto infantil como para adultos. Los cabezudos volverán a recorrer las calles y la comida popular tendrá como menú chorizo y longaniza. La tarde estará ocupada por los campeonatos de guiñote, rabino, boliches y futbolín. Al caer el sol los propios vecinos se convertirán en artistas con los playback que han preparado y que mostrarán encima del escenario.

El día grande de las fiestas de Fuentes Claras será el próximo martes, cuando se realice una procesión para llegar hasta la ermita de su patrona: la Virgen de los Navarros. Allí se celebrará una misa baturra en su honor y más tarde un vermú para los vecinos que despediran los festejos.