La Guardia Civil retiró ayer un centenar de artefactos explosivos de la Guerra Civil que un jubilado de Villastar había recogido y almacenado en una finca situada a las afueras del casco urbano. Las bombas fueron recogidas por los técnicos en desactivación de explosivos de la Benemérita ante el desconcierto de los vecinos, que se vieron sorprendidos por un inusitado despliegue de agentes desde el pasado miércoles en torno a la propiedad donde fue descubierto el polvorín.

Las granadas y los obuses fueron localizados en el barranco de la Fuente del Chorro, a unas decenas de metros de las primeras casas de Villastar. La Guardia Civil confirmó la retirada de los explosivos, aunque no precisó ni el número ni sus características. A continuación, fueron detonados en un lugar acondicionado para esta función.

La detección del almacén de explosivos en unos terrenos cercanos al pueblo sorprendió al Ayuntamiento y a los vecinos, aunque varios de ellos comentaron que el dueño de la finca era muy aficionado a «recoger cosas viejas», entre las que, al parecer, figuraban los explosivos de la Guerra Civil. 

La localización y retirada de bombas de la Guerra Civil se ha disparado en el último año a raíz de la alarma social provocada por la explosión accidental en septiembre de 2013 de una granada italiana que dejó malherido a un joven de Teruel, Alberto Villalba, y con graves lesiones a su padre. En el primer semestre de 2014, la Guardia Civil desactivó en Aragón 111 artefactos, 64 de ellos en Teruel. La cifra supone un incremento del 105% respecto al mismo periodo de 2013.