Avionetas y helicópteros privados, un negocio en alza para el aeropuerto turolense

Más de un centenar de aeronaves han aterrizado y despegado en lo que va de año en las instalaciones de Caudé

Avionetas de escuelas de vuelo llegan periódicamente al aeropuerto de Teruel.
Avionetas y helicópteros privados, un negocio en alza para el aeropuerto turolense
Heraldo

El aeropuerto de Teruel ha experimentado en su año y medio de funcionamiento un notable crecimiento en las operaciones realizadas por aviación general –aeronaves que no sobrepasan los 5.000 kilos de peso– helicópteros y jets privados. Escuelas de vuelo han puesto sus miras en las instalaciones aeronáuticas turolenses para realizar prácticas debido a su espacio aéreo escasamente saturado y por tratarse de uno de los aeropuertos con las tasas de ocupación más bajas de España.


Concretamente, en lo que va de año se han llevado a cabo 218 operaciones aéreas, con más de un centenar de aeronaves en las pistas, lo que supone un 79,13% más de ocupación que el año pasado. La mayoría de ellas se han producido por aterrizajes y despegues de avionetas y helicópteros. 


Con todo, desde que el aeropuerto abrió su espacio aéreo, en marzo de 2013, se han contabilizado 386 salidas y llegadas de aeronaves, de las cuales 10 fueron ejecutadas por aviones de gran tamaño de clientes de la empresa Tarmac, la filial de la compañía Airbus que es la principal usuaria del complejo aeronáutico de Caudé. En estos momentos tan solo quedan estacionados dos de los seis grandes aparatos que entraron a las instalaciones turolenses y en los que se están efectuando trabajos de mantenimiento.


La procedencia de los aviones es muy variada y tan solo los grandes jumbos que llegaron a Teruel  a través de Tarmac operaron desde otros países europeos, de ciudades como Toulouse, París, Berna,Venecia, Milán y Frankfurt. 


El director del aeropuerto de Caudé, Alejandro Ibrahim, señaló que la presencia de avionetas y helicópteros constituye una actividad "complementaria". "Los ingresos fuertes los tenemos con la concesión de Tarmac, que empezará a pagar su canon anual por el uso de las instalaciones", agregó. Según el convenio firmado con el consorcio que gestiona el aeropuerto de Teruel, la multinacional francesa  deberá aportar en concepto de explotación de la mayor parte de la infraestructura 1,2 millones de euros anuales durante 25 años. 


A pesar de no ser la principal fuente de ingresos, el movimiento generado por las aeronaves ligeras tiene su repercusión económica fuera de las pistas. "Primero, supone una promoción del aeropuerto, y, en segundo lugar, de la ciudad. Muchos de los viajeros, de un cierto poder adquisitivo, se quedan a dormir en Teruel, comen en sus restaurantes y entran en sus comercios", puntualizaba Ibrahim. 

La idoneidad del complejo aeroportuario para este tipo de actividades y su mayor difusión están propiciando la captación de nuevos clientes. El director señaló que se ha confirmado la utilización de las instalaciones de Teruel a partir de este año para entrenamientos de tripulación de aviones comerciales.


Alejandro Ibrahim considera que su atractivo mejorará todavía más con la puesta en marcha del área de recarga de combustible, que se llevará a cabo directamente desde un armario de suministro, sin necesidad de camiones cisterna, un proyecto ya adjudicado por 28.311 euros, que estará concluido en el plazo de 4 meses.


Entre las previsiones más inmediatas figura la llegada en breve de un avión de procedencia intercontinental.


El aeropuerto de Caudé supuso una inversión pública de más de 43 millones de euros, pero por contra, se trata del que menos gastos genera en España por ser el único de carácter industrial y, por  tanto, disponer de muy poco personal.