Nace en Monroyo la primera escuela de bioconstrucción

La asociación Domoterra ha puesto en marcha una iniciativa para recuperar y enseñar las artes constructivas tradicionales a base del uso de materiales como el barro, la piedra, la madera o la cal.

Nace en Monroyo la primera escuela de bioconstrucción
Nace en Monroyo la primera escuela de bioconstrucción
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La bioconstrucción es una práctica que está adquiriendo un peso progresivo en el ámbito de la edificación durante los últimos años y que podría describirse como la recuperación de las artes constructivas tradicionales a base del uso de materiales naturales como el barro, la piedra, la madera o la cal. Desde principios de agosto, la localidad turolense de Monroyo, en el Matarraña, alberga una escuela pionera en todo el país, basada en este tipo de obra. 


“El objetivo es la construcción de hogares saludables y de mayor calidad en cuanto al confort que proporcionan los materiales nobles, su comportamiento bioclimático o la personalización de los diseños. Al mismo tiempo, la bioconstrucción busca, como punto de base, la armonía y respeto con el medio natural, que cada día requiere más de nuestra atención real”, explica Bárbara Más desde la asociación Domoterra, e impulsora de esta iniciativa. 


Hace seis años, Bárbara y Quique, su marido, viajaron hasta California. Allí se encuentra el Instituto que el famoso arquitecto iraní-estadounidense, Nader Khalili -creador de la técnica-,  fundó en 1991. Su objetivo era traer este sistema constructivo y sus bondades a España, donde era completamente desconocido para el 99% de la población en aquel entonces, y lo consiguieron. “Durante este tiempo, hemos barajado diferentes ubicaciones y propuestas para la escuela.


Sin embargo, el gran entendimiento y la apertura de la Junta Municipal de Monroyo, que captó perfectamente la filosofía, las necesidades y los beneficios para el lugar, nos hicieron decantarnos por esta ubicación”, explican. “Además es un pueblo precioso y nos han hecho sentir como en casa en todo momento a través del apoyo, su ayuda incondicional y el entusiasmo demostrado por los vecinos”, añaden. 


En busca de una arquitectura sostenible

Domoterra nace con vocación de ser un escaparate al mundo de las posibilidades que ofrecen los sistemas de bioconstrucción y arquitectura sostenible, fundamentalmente mediante la técnica del ‘superadobe’ o ‘earth-Bag’, así como mediante otras técnicas tales como el adobe tradicional o las balas de paja.


"Será un lugar en el que mostrar un ecosistema humano de vida sostenible, mediante la utilización de energías renovables, la permacultura y agricultura ecológica, la auto-gestión y reciclaje de los residuos generados”, desvelan desde Domoterra. 


La filosofía del proyecto se basa en utilizar los materiales disponibles localmente. “Fundamentalmente usamos la tierra del lugar, ya que el material básico en la técnica de ‘superadobe’, así como cal, y materiales auxiliares como piedra, madera, y otros materiales reciclados”, explican desde la escuela. Así, enseñan a sus alumnos a dar un nuevo uso a materiales que en un principio serían desechados, de manera que se generen menos residuos y se alargue la vida útil de algunas materias primas. “Reciclar y restaurar, es un gesto no solo solidario, sino también inteligente”, concluyen. Primera toma de contacto

Durante los primeros días de agosto se ha desarrollado un curso piloto de 15 días de duración, durante los cuales se ha construido el primer prototipo de lo que será, a espera de la confirmación oficial de la viabilidad del proyecto,  la Escuela de Bioconstrucción y Sostenibilidad Domoterra. “La acogida ha sido fantástica, con alumnos venidos de toda España, así como con visitas de numerosos vecinos de Monroyo que se han acercado a curiosear, ayudar y hacer numerosas preguntas”, confiesan desde Domoterra.  


La escuela ofrecerá cursos periódicos durante todo el año donde los alumnos podrán formase de manera continua en el entorno del Matarraña.