Abejuela lleva más de 2 meses recibiendo agua de los bomberos al secarse sus manantiales

Los vecinos de Abejuela, un municipio turolense limítrofe con Valencia, se han convertido en expertos ahorradores de agua. La fuerte sequía que padece la zona, la peor de las últimas décadas, agotó a principios de junio los dos manantiales que hay en la localidad y desde entonces se abastecen con el agua que los bomberos de la Diputación de Teruel transportan cada semana en cisternas. La situación, que no tiene visos de mejorar en todo el verano, ha llevado a los habitantes a poner en marcha una batería de medidas para reducir en lo posible el consumo.

«Los huertos y las macetas los estamos regando con cuentagotas y en las casas reutilizamos el agua siempre que es posible e intentamos que no se pierda ni una sola gota», señaló esta semana el alcalde, Vicente Cervera, quien se mostró muy preocupado por la persistente falta de agua, sobre todo ahora que el pueblo multiplica su población con la llegada de los veraneantes. 

Su esposa, Fina Martínez, explicó que, como otros vecinos, recoge en cubos el agua del último aclarado de la lavadora y la utiliza para limpiar el suelo, y lo mismo hace con el agua que emplea para fregar la vajilla. «Muchos vecinos ponemos botellas de plástico en las cisternas de los inodoros para que el depósito se llene antes y  la descarga de agua en cada servicio sea menor», añade.

«El problema lo tengo cuando me viene toda la tropa, que somos once entre hijos y nietos. Yo les inculco a todos que el agua es un bien escaso que no se puede derrochar», relata Martínez

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Bajo el chorro de las fuentes públicas que hay en el casco urbano, los vecinos han colocado recipientes para recoger el agua sobrante y que esta sirva, al menos, para apagar la sed de los gatos que corretean por el pueblo.El 25% de la lluvia habitual

Desde el pasado mes de septiembre, en Abejuela solo han caído 125 litros de agua por metro cuadrado. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) incluye esta localidad del sur de Teruel en la franja más afectada este año por la sequía, que corresponde a la parte meridional del arco mediterráneo, con una precipitación acumulada que supone solo entre el 25% y el 50% de la media de los últimos 30 años. «En invierno no nevó y en verano las tormentas pasan de largo», indicó el alcalde.

Por si fuera poco, las escasas lluvias de abril no pudieron ser almacenadas en el depósito municipal por la rotura de una tubería. Ahora, los manantiales de la Risca Cabeza y la Risca del Agujero arrojan dos litros por minuto cada uno, cuando su caudal habitual son 5.000 litros al minuto.

El consumo de la población se eleva por ahora a 20.000 litros al día, pero los vecinos calculan que la próxima semana, con las fiestas mayores , el gasto se duplicará. Los bomberos acuden a Abejuela una o dos veces por semana y llenan el depósito municipal con el agua que cargan en su camión cisterna –12.000 litros de capacidad– del río de Arcos de las Salinas, a unos 30 kilómetros de Abejuela. En cada jornada realizan varias descargas.

No es la primera vez que Abejuela, con 55 habitantes, se queda sin agua en verano, pero lo que nunca había ocurrido es que los dos manantiales perdieran su caudal durante un periodo de tiempo tan prolongado. «Hace dos años nevó mucho y teníamos que tirar el agua por no poder almacenarla en los depósitos», relató Vicente Cervera.

El alcalde lamentó que la falta de agua «limita mucho el desarrollo del pueblo», frenado también por otras circunstancias. Recordó que recientemente una veintena de habitantes se empadronaron en municipios de la vecina Comunidad Valenciana para evitar los problemas que este territorio les pone a la hora de acceder a la atención médica especializada.