Albarracín reclama que la oficina de Correos vuelva a abrir toda la mañana

El servicio de atención al público se reduce 
a 3 horas al día pese a la intensa actividad administrativa de la capital de la Sierra

El alcalde, Francisco Martí, ante la puerta de la oficina de Correos, que se cierra a media mañana.
Albarracín reclama que la oficina de Correos vuelva a abrir toda la mañana
J. Escudero

Albarracín no se resigna a tener abierta la oficina de Correos solo 3 horas al día, de 8.30 a 11.30, cuando hace 2 años este servicio público funcionaba toda la mañana. El Ayuntamiento considera que este recorte es injusto y perjudicial para la actividad social y económica de la ciudad, capital administrativa de la  Sierra de Albarracín.


«Estamos muy molestos. Esta reducción del horario nos ocasiona no pocos problemas a las muchas instituciones, entidades bancarias, organismos culturales y empresas que trabajamos en Albarracín», aseguró el alcalde, Francisco Martí, quien lidera las protestas de la población por el tijeretazo de Correos. El Consistorio ha llegado a amenazar a la empresa pública con quitarle el local que ocupa, de propiedad municipal, «pero les da igual y siguen adelante con su plan», dijo Martí.


El alcalde explica que a las 11.30, cuando la oficina cierra sus puertas, «aún hay mucha vida en la ciudad». Dice que organismos y empresas se ven obligados a gestionar su correo a primera hora de la mañana, cuando lo habitual es hacerlo a última. Y es que todas las cartas que se generan después de las 11.30 no salen hasta el día siguiente. Relata que los hosteleros –entre los que él se incluye– tienen que llevar sus misivas a la oficina «cuando estamos dando desayunos a los huéspedes».Gestiones por escrito

Albarracín tiene Notaría, Registro de la Propiedad, Agrupación de Juzgados de Paz, centro de salud y sede comarcal, además de varios museos y más de 10 hoteles que generan abundante tráfico postal. «Aunque internet ha reducido el uso de papel, todavía hay muchas gestiones que deben cumplimentarse por escrito», resalta Martí. En verano, Albarracín es un hervidero de turistas que multiplican el número de vecinos, cifrado en 2.000. «Los visitantes ni siquiera pueden enviar desde aquí la típica tarjeta postal», protesta el alcalde.


El gerente de la Fundación Santa María de Albarracín –especializada en la restauración del patrimonio–, Antonio Jimenez, se suma al malestar del alcalde. «Tenemos a diario mucho movimiento de envíos. Este recorte nos ha truncado a todos», dijo y añadió que al estar el servicio concentrado en 3 horas «la oficina está siempre saturada». 


Sin embargo, fuentes oficiales de Correos señalaron que en Albarracín «no hace falta más servicio». Indicaron que oficinas de otras poblaciones con más vecinos, como Montalbán, Utrillas, Calanda o Cella, tienen también el mismo horario de atención al público.