Los turolenses participaron ayer masivamente en un nuevo acto solidario en apoyo a Alberto Villalba, el joven herido a finales del año pasado al explosionar accidentalmente una granada de la Guerra Civil mientras limpiaba un garaje, lo que le provocó la perdida de las dos manos y la visión de un ojo y parcialmente la del otro. La plaza del Torico registró ayer un movimiento constante durante toda la mañana para celebrar el día del libro y del cómic, una actividad con la que colaboraron 22 autores aragoneses y 5 librerías de la capital y que persiguió recaudar fondos para costear unas manos biónicas al joven malherido.

La jornada festiva, organizada por la Universidad de Zaragoza y el Ayuntamiento de Teruel, contó con un mercado de libros de segunda mano, muy solicitados por el público, así como con la presencia de los escritores, con los que el público pudo compartir su tiempo durante la hora del aperitivo en las terrazas de la plaza.

El profesor del campus turolense y portavoz de la familia de Alberto Villalba, Santiago Gascón, manifestó que el acto de ayer se enmarca en la campaña "de largo alcance con marcado carácter cultural" que se ha plantificado para ayudar al joven, y en la que colaboran gentes de las letras y las artes de todo Aragón. Además de los escritores, participarán en fechas posteriores cantantes, como Carmen París, Ángel Petisme o María Confussión. Se han previsto, igualmente, exposiciones protagonizadas tanto por artistas consagrados como por estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de Teruel.

La sensibilidad de los turolenses hacia el joven lesionado se manifestó una vez más con la donación de cientos de libros por parte de bibliotecas de toda la provincia y de particulares, que llevaron en cajas los volúmenes para ser vendidos en los puestos de la plaza del Torico.

Manos biónicas

Gascón señaló que la familia del joven y los organizadores de la campaña de solidaridad "están gratamente sorprendidos por la respuesta de los turolenses". Según explicó, hasta ahora se ha logrado costear la mitad del importe que se necesita para que Alberto pueda disponer de unas prótesis para suplir sus manos, presupuestadas en 45.000 euros, y agregó que lo recaudado ha permitido encargar en una clínica de Barcelona estos aparatos ortopédicos de última generación que consiguen accionarse a través de impulsos motores.

Por el número de acciones y por el importe a recaudar, el profesor destacó que esta es una de las más importantes campañas de solidaridad que se han hecho en la provincia. "La gente se ha volcado porque Alberto, que yo le llamo la última víctima de la Guerra Civil, ha sufrido sus graves lesiones porque estaba ayudando a una vecina".

La madre de Alberto, Teresa Perales, estuvo presente en el acto para agradecer a los turolenses su colaboración. Según dijo, aunque con gran fortaleza, Alberto sobrelleva con cambios de ánimo las numerosas intervenciones a las que se ha tenido que someter en el hospital Miguel Servet de Zaragoza para recuperar la visión en uno de los ojos. Dijo que el proceso de adaptación de las prótesis de las manos y del ojo "es muy lento y duro". Explicó que a pesar de ello, Alberto tiene "muchos ánimos, y si no fuera así, no habría salido adelante".