La casa consistorial de la localidad turolense de Ariño ha tenido que ser desalojada por peligro inminente de derrumbe. Todo se debe a la aparición de unas grietas en las paredes del inmueble, de 30 años de antigüedad y reformado hace seis. Con el paso de los meses, esas aberturas en las paredes se han ampliado hasta alcanzar, a día de hoy, los 3 milímetros. Ante esta situación, el alcalde Joaquín Noé y los concejales de los dos grupos políticos en el Consistorio decidieron, durante un pleno extraordinario celebrado a mediados de mes, desalojar el edificio después de recibir un informe del arquitecto municipal. En este se avisaba de que «por las condiciones del subsuelo se debe desalojar el edificio lo antes posible ya que es imposible certificar que la seguridad, tanto para los usuarios como para los viandantes, esté garantizada».

El problema se detectó en enero, cuando se observaron que las grietas, ya existentes, habían aumentado hasta afectar a la fachada y a los tabiques de algunos despachos municipales. Entonces, se decidió apuntalar el inmueble y marcar las aberturas para realizar un seguimiento. Además, el Consistorio encargó un estudio geotécnico del terreno a la empresa Ensayo. Pero una vez analizados el terreno y los cimientos, no se encontró una causa exacta. Por este motivo, el Ayuntamiento solicitó una segunda opinión a la Diputación Provincial de Teruel, aunque por el momento continúan esperando una respuesta.

El alcalde del municipio, Joaquín Noé, explicó que «las grietas han aumentado a pesar de que el Ayuntamiento está apuntalado. Es un riesgo para los trabajadores del edificio y para los vecinos que transitan junto al Consistorio». Especialmente porque en solo un mes las grietas han crecido un milímetro. Además, los puntales que se habían instalado, que estaban trabajando a compresión, muestran síntomas de estar cediendo. Aún así, explicó que «no nos han dicho que se vaya a caer mañana, pero sí que algún día puede pasar, por lo que por la seguridad de todos hay que desalojar», asegura.

En busca de una solución

Para poder atajar este problema, el Ayuntamiento de Ariño realizó este jueves un pleno extraordinario y urgente para aprobar, por consenso, un proyecto de reforma para el edificio. Así, está previsto que este lunes se inicien las obras, que tendrán un coste de 86.000 euros. La empresa encargada será construcciones Abadía y podrían durar tres meses. Entre otras cuestiones, su trabajo consistirá en el apuntalamiento del interior del edificio antes de tirar la fachada afectada para rehacerla.

Para poder afrontar el pago de esa cantidad, el alcalde indica que están «saneados, no tendríamos problema para la concesión de un préstamo». Además, al tratarse de un edificio público y necesario para el municipio, pedirán ayudas a las distintas administraciones como el Estado, el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Teruel o la Comarca.