ACCIDENTE DE HELICÓPTERO

El piloto no sufrió ninguna dolencia súbita

La investigación apunta a un problema del motor o del rotor de la hélice del helicóptero como desencadenante del accidente que costó la vida a seis operarios contra incendios. El único superviviente empieza a andar con muletas y recibirá el alta hospitalaria en días.

El piloto no sufrió ninguna dolencia súbita
El piloto no sufrió ninguna dolencia súbita
ANTONIO GARCíA

El piloto del helicóptero que se estrelló el pasado día 19 en Villastar con el trágico balance de seis fallecidos y un herido grave no sufrió ninguna afección de salud súbita que pudiera provocar el siniestro, según se desprende de la autopsia practicada al cadáver. El informe forense señala que Albert Batllé falleció por las mismas causas que el resto de sus compañeros de viaje: diversos politraumatismos, especialmente graves en el lado izquierdo del cuerpo, en consonancia con el lado de la aeronave que impactó contra el suelo.

El estudio forense sobre el tripulante del helicóptero de la brigada contraincendios helitransportada de Alcorisa no detecta tampoco consumo de drogas o alcohol, una circunstancia que podría haber condicionado su comportamiento durante el accidente. El informe parece descartar que un problema de salud agudo o un estado de consciencia alterado por la ingestión de alcohol o drogas pudieran estar en el origen de la catástrofe.

La investigación sobre el siniestro apunta a causas técnicas, entre las que destaca la hipótesis de una avería en el motor o bien en el rotor de la hélice principal del helicóptero. El aparato, del modelo Bell 407, con solo 3 años de antigüedad y 363 horas de vuelo, había sido revisado momentos antes de emprender el vuelo en dirección a Villel, adonde se dirigía a apagar un incendio.

Un experto en aeronáutica, Enrique Cobos, consultado por este periódico apuntó, no obstante, que no debería descartarse todavía la posibilidad de un error humano, que podría haberse combinado con un problema técnico, como desencadenante de la fatal colisión. La misma fuente señaló que, de las imágenes del siniestro, se desprende que el helicóptero volaba demasiado bajo. Añadió que las corrientes de aire propias de barrancos como el punto donde ocurrió la tragedia podrían haber desestabilizado la aeronave y dañar el rotor, vital para mantener bajo control el aparato.

La jueza instructora del caso, Pilar Vicente Gella, ha recibido ya el informe de la Guardia Civil sobre el accidente, un documento que incluye los testimonios de las personas que participaron en el rescate de las víctimas y también del único superviviente, el operario del equipo contra incendios Ángel Aznar. La magistrada prevé tomar declaración a Aznar «tan pronto como se encuentre en condiciones» de comparecer, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

El juzgado número 2 se encuentra todavía a la espera del informe técnico sobre las causas del siniestro, un documento que elaborará la Comisión para la Investigación de Accidente e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), un organismo dependiente del Ministerio de Fomento que tardará meses en completar un pronunciamiento provisional.

De momento, ni las familias de las víctimas ni ninguna otra parte afectada se han personado en el procedimiento judicial como acusación particular. El informe definitivo de la Ciaiac podría tardar años en terminarse. De hecho, el último dictamen cerrado, del pasado mes de enero, versa sobre un accidente ocurrido en junio de 2008 en las Islas Baleares con tres fallecidos. El último informe provisional corresponde, casualmente, a un accidente de helicóptero de la empresa propietaria del aparato siniestrado en Villastar, Inaer, que se produjo en enero de 2010 en Almería y que se saldó con tres muertes.

La comparecencia del único superviviente ante la juez instructora podría estar cerca de producirse, porque, según informó un portavoz familiar, la evolución del herido es «muy buena» y ya ha empezado a andar, aunque ayudado por muletas, por el hospital de la Mutua de Accidentes de Zaragoza, donde se recupera de una fractura del fémur derecho. La misma fuente apuntó a que el alta hospitalaria, si no hay imprevistos, se producirá «en días». Ángel Aznar, atendido inicialmente en el hospital Obispo Polanco de Teruel, ha manifestado su voluntad de contactar con las familias de sus compañeros fallecidos para trasladarles su pesar por lo ocurrido en cuanto le sea posible.

Pago de indemnizaciones

El responsable de política forestal de UGT, Ezequiel Marco, señaló que la empresa pública Sodemasa, de la que dependía la cuadrilla helitransportada accidentada, se ha puesto en contacto con las familias de las víctimas para agilizar el pago de los seguros de accidentes.

Marco valoró positivamente la «agilidad» de la sociedad dependiente del Departamento de Medio Ambiente en el abono de las indemnizaciones, que «no repararán la catástrofe ocurrida pero servirán para paliar las penosas situaciones familiares derivadas del siniestro».

Además del piloto, en el siniestro fallecieron cuatro peones de la cuadrilla helitransportada -Angus Thomson, Esteban Galve, Javier Benaque y José Ramón Milián- y un agente forestal, Rafael Andreu. Todos ellos residían en localidades del Bajo Aragón histórico, salvo el tripulante, vecino de Manresa (Barcelona).

Traslado a Madrid. El helicóptero en el que viajaba la cuadrilla contra incendios de Alcorisa fue trasladado en camión a Madrid para su estudio por una comisión de expertos dependiente del Ministerio de Fomento, que determinará las causas y propondrá medidas para evitar que siniestros similares se repitan.