El Ministerio de Fomento no prevé abrir la variante de Alcañiz al menos hasta septiembre de este año, a pesar de que algunos vehículos ya circulasen por ella el año pasado durante el mundial de motociclismo. El contrato con la empresa adjudicataria, la UTE Begar Construcciones y Construcciones y Contratas Ceinsa, finaliza el 31 de octubre, por lo que desde Madrid se muestran "optimistas" para acabar la obra durante este año. De cumplirse este nuevo plazo, la obra se cerraría con dos años de retraso, ya que cuando comenzaron los trabajos en julio de 2007 se apuntó al último trimestre de 2009 como plazo de finalización.

Antes de la celebración del Campeonato del Mundo de Moto GP en Motorland, desde Fomento calcularon tener la variante terminada para la prueba. La infraestructura, efectivamente, se abrió al tráfico tras todo un verano de trabajos contrarreloj, pero de forma provisional, por lo que finalizado el evento deportivo, volvió a cerrarse con el anuncio de una nueva fecha: el último trimestre de 2010.

Pero el abandono de los trabajos tras Moto GP hizo del todo imposible cumplir ese nuevo plazo. Sobre todo porque las únicas tareas que se llevaron a cabo fueron la hidrosiembra para afirmar los taludes anexos a la carretera.

Desde mediados de diciembre se han vuelto a retomar los trabajos, centrados en la instalación de sistemas de drenaje y en la extensión de la capa de rodadura en algunas zonas. Junto a estas labores, y a lo largo de los próximos meses, la UTE aún deberá extender la última capa de asfalto por todo el trazado; afirmar los ramales; instalar pantallas antirruido; finalizar el drenaje y las reposiciones de riego, encachados y juntas de estructuras y por último instalar la señalización definitiva.

Amor Pascual, alcaldesa de Alcañiz (IU), reiteró su rechazo a esta carretera. "Siempre hemos apostado por las infraestructuras. Pero no estábamos de acuerdo con la variante Sur: no resuelve los problemas de circulación y representa un caos medioambiental. Necesitamos un desvío por el Norte para dirigir el tráfico a las principales infraestructuras de Alcañiz: Motorland, el futuro hospital, el vertedero, etc. La actual variante supone un gasto innecesario e inútil. En vez de invertir en la variante Sur, se podría haber destinado ese dinero a construir la A-68 por el Norte".

El retraso en la ejecución de las obras sí motivó las quejas entre los partidos políticos alcañizanos de la oposición. Juan Carlos Gracia Suso, candidato del PP a la alcaldía alcañizana, explicó que "se están riendo de los alcañizanos. Son unas obras que ya deberían estar acabadas. De hecho, con un trabajo continuo de 15 días debería estar lista. Primero abrieron la variante para Moto GP; luego prometieron que estaría para el último trimestre del año, pero sólo vemos retraso tras retraso. Es una vergüenza que tengamos que sufrir inseguridad con las obras y una carretera provisional por causas electoralistas".

Por su parte, Andrés Abad, del Partido Aragonés, explicó que le parece "un despropósito político a nivel nacional. Un vez más nos ningunean a los alcañizanos en un proyecto que nos ha costado mucho reivindicar. Y una vez que está casi finalizado, para quedar bien con otros territorios y autonomías, siempre volvemos a pagar los mismos".

Por su parte, el senador Ángel Lacueva (PSOE) rechazó hacer declaraciones por teléfono respecto a este asunto, aunque sí afirmo que no existen retrasos.

La variante fue adjudicada en junio de 2007 por un importe de 28,5 millones de euros a la UTE formada por Begar Construcciones y Contratas y Ceinsa. Sólo un mes después comenzaron los trabajos con tareas de desbroce de acequias y escorredores.