TERUEL

Calamocha vive con preocupación los problemas económicos del matadero Pelbor

Los trabajadores de la industria cárnica decidieron ayer en asamblea continuar las medidas de presión.

La asamblea tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento de Calamocha.
Calamocha vive con preocupación los problemas económicos del matadero Pelbor
ANTONIO GARCíA

"La sensación en el pueblo es de desánimo. Ya no apetece hacer un gasto que no es imprescindible, como tomar una cerveza o ir al cine". El alcalde de Calamocha, Joaquín Peribáñez, describía con estas palabras el sentimiento de pesimismo que se ha extendido sobre la localidad a consecuencia de los problemas laborales que sufre el matadero Pelbor.

La paralización de la actividad de esta empresa desde septiembre del año pasado, la ejecución de tres expedientes de regulación de empleo a su plantilla -integrada por 85 trabajadores directos y una veintena indirectos-, así como las dificultades para reflotar el negocio, han terminado por acrecentar entre la población la desesperanza en el futuro laboral de la comarca. Los vecinos se preguntan sobre las repercusiones socioeconómicas que el conflicto de Pelbor pueda tener en la zona.

"Hay un pesimismo total", explicaba Miguel Ángel Fidalgo, gerente de uno de los hoteles históricos de la localidad. "Los problemas de Pelbor son un golpe más a la situación laboral de la comarca, en la que se han perdido en los últimos dos años mil puestos de trabajo", explicaba el empresario.

Para el hostelero, la crisis económica, en general, y ahora las dificultades del matadero, han afectado a todos los sectores, pero en especial al del ocio. "A la hora de reducir consumos, la gente empieza por los restaurantes o bares", agregaba.

Para agravar más al situación, la población flotante de que disponía Calamocha con motivo de las construcciones del pantano de Lechago y de la autovía Mudéjar ya ha desaparecido por haber terminado las obras.

En el sector comercial tampoco se vive con la alegría de otros años. Manuel Meléndez, presidente de la Asociación de Comerciantes, dice que en el pueblo "se nota que la gente tiene miedo a gastar". "La solución a los problemas de Pelbor, que se dilata en el tiempo excesivamente, ha hecho cundir el desánimo. Sus trabajadores son clientes nuestros, familiares o conocidos", añadía el comerciante.

Un referente industrial

El alcalde de Calamocha reconocía que en el pueblo se vive la situación de Pelbor con preocupación, "por la inquietud de más de ochenta familias y porque repercute en las condiciones socioeconómicas del municipio". Joaquín Peribáñez recordaba que el matadero Pelbor, instalado en los años sesenta del siglo pasado bajo la denominación de Óscar Mayer, siempre ha sido "un referente industrial en la zona, por lo que es indudable que con este problema se produce una fractura laboral importante".

En estos momentos, la plantilla de Pelbor mantiene las conversaciones abiertas con Caja Rural de Teruel -accionista junto con la familia Martín y la Corporación Agroalimentaria del Jiloca del matadero- e institución que lidera las negociaciones. Los trabajadores presentaron la semana pasada una contraoferta al plan de viabilidad propuesto por la dirección de Pelbor, un documento que consideraron "inaceptable". Entre otras cuestiones, se planteaba la reducción de la plantilla al 50%, así como un recorte salarial y la pretensión de que los empleados asumieran las indemnizaciones al pasar a formar parte ellos mismos de una nueva sociedad.

Ante estas condiciones, los trabajadores estudian la posibilidad de constituirse en cooperativa, una medida a la que estarían dispuestos a acogerse más de la mitad de la plantilla.

Para el alcalde, la situación "es complicada, pero hay que agotar todas las posibilidades". A su jucio, la creación de una sociedad cooperativa "no es una solución fácil, pero en esta época de crisis global hay numerosas situaciones laborales que no son sencillas".

Joaquín Peribáñez considera que los ayuntamientos de la comarca tienen ahora que redoblar esfuerzos "para que se instale un proyecto empresarial importante en el corredor del Jiloca".

El consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, que ha oficiado como intermediario estas últimas semanas, ha recomendado a la plantilla que el proyecto de cooperativa sea precedido de un plan económico y financiero a medio y largo plazo.