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Los trabajadores de Pelbor amenazan con movilizaciones si no se garantiza su futuro

La plantilla da un plazo de 48 horas a la dirección de la empresa para que aclare si reabrirá el matadero de Calamocha.

Los trabajadores de Pelbor se concentraron en mayo a las puertas del matadero.
Los trabajadores de Pelbor amenazan con movilizaciones si no se garantiza su futuro
ESTíBALIZ CENTENO

No aguantan más. Los trabajadores de Pelbor de Calamocha decidieron ayer, en una reunión extraordinaria celebrada a última hora, que dan un plazo de 48 horas a la empresa para que garantice el futuro del matadero antes de radicalizar su postura. Esta decisión se tomaba tras el último encuentro que tuvo el comité con la dirección de empresa, una reunión en la que no se aclaró la reanudación del trabajo y que defraudó a la plantilla, a tan solo una semana para acabar el expediente de regulación de empleo, ERE, al que está sujeto el matadero en la actualidad.


El comité de empresa de Pelbor y la dirección mantuvieron por la mañana una larga reunión en las instalaciones del matadero calamochino, tras la cual, los responsables de la industria desestimaban realizar declaraciones. Era el portavoz del comité de empresa, Mario Burillo, quien confirmaba el malestar de los trabajadores ante la postura poco esclarecedora de la dirección de Pelbor.


"La empresa sigue diciendo que va reabrir pero no tiene fondos y está buscándolos. El Gobierno de Aragón, por otra parte, nos dice que está haciendo sus gestiones y que las cosas van bien, pero lo que está claro es que estamos a 6 de octubre y el matadero sigue cerrado", explicaba Burillo.


Compromisos

La plantilla, integrada por 85 operarios, manifestó que se han roto todos los compromisos a los que se llegó el pasado mes de junio cuando se firmó el presente ERE. "Incluso ha entrado gente en el expediente que no estaba y no se han hecho las reincorporaciones que se negociaron", aclaraba el portavoz de los trabajadores.


La dirección de la empresa y el comité llegaron, en la última reunión en la sede del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, a un acuerdo que a día de hoy, según el comité, no se ha cumplido. La empresa les aseguró en la reunión de ayer que estos incumpliemientos se deben a terceros. Pelbor les manifestó, también en esta cita, que su intención es la de reabrir pero la falta de financiación se lo impide.


Los directivos de la empresa plantearon al comité, hace ya meses, la posibilidad de reducir la plantilla laboral y los salarios. La propuesta fue rechazada por parte de los trabajadores que no admitían que los reponsables empresariales culparan a sus salarios de "la mala situación que atraviesa la empresa".


En la citada reunión se les explicaba, asimismo, que existe la posibilidad de una ampliación de capital que tendría que estar suscrita para el próximo 1 de Noviembre. No obstante, lo único certero que conocía el comité de empresa ayer es que la dirección de Pelbor no va a prorrogar el actual ERE que termina el 14 de Octubre. Esta situación preocupa a los trabajadores ya que se les plantea en menos de una semana un futuro incierto que de momento la empresa no soluciona.


Durante estos largos meses, que se prolongan desde 2008, la incertidumbre ha sido la tónica general. La inseguridad en la que viven los trabajadores se pone de manifiesto en las declaraciones del portavoz del comité: "La empresa nos sigue manifestando que está en negociaciones, que está en conversaciones, pero que no tienen nada firmado".


Garantías

La incertidumbre está desconcertando a los trabajadores que, tras más de un año de parón laboral, piden a los organismos oficiales garantías frente a los incumplimientos de palabra de la empresa.


"Hemos sido muy prudentes hasta el momento; hemos creído todas las palabras y lo hemos hecho de buena fé, pero a los hechos me remito; el matadero sigue cerrado", declaraba Mario Burillo al término de una reunión que se prolongó durante más de tres horas y que se caracterizó por su tensión.


Por su parte, el Gobierno de Aragón sigue implicado en los problemas del matadero calamochino, consciente del delicado momento que atraviesa este conflicto laboral. De hecho, los responsables de Industria se han entrevistado varias ocasiones con la plantilla.


Ahora, los trabajadores se plantean recrudecer unas movilizaciones que ya tuvieron sus orígenes en mayo de este año. Entonces, la plantilla se concentró a las puertas de la Delegación Territorial de la DGA en la capital. Pedían una implicación de la Administración en la solución del problema. Posteriormente, el 18 de julio, la actividad de la localidad de Calamocha se paralizó y tuvo lugar una manifestación, dentro de una jornada reivindicativa para denunciar la situación laboral de los trabajadores.