EDUCACIÓN

Nueva escuela infantil en Villaspesa

El centro, junto a los ya existentes en el Arrabal y San Blas, permite que 70 niños inicien su educación. La construcción y el equipamiento del edificio han costado 267.000 euros.

Padres y niños visitaron la escuela en una jornada de puertas abiertas.
Nueva escuela infantil en Villaspesa
ANTONIO GARCíA

La escuela infantil del barrio pedáneo turolense de Villaspesa abrirá sus puertas el mes que viene con una capacidad de 20 plazas para niños de cero a tres años de edad. La pedanía, con más de 700 vecinos, es desde hace unos años el lugar elegido por muchas parejas jóvenes con hijos pequeños para vivir, dada su proximidad a la capital turolense, apenas seis kilómetros de distancia.

Las instalaciones de Villaspesa constituyen la última de las tres subsedes que componen la Escuela Infantil Municipal de Teruel. En octubre de 2007 se abrió la del barrio de San Blas -a cuatro kilómetros de la capital- y en diciembre del año pasado se inauguró la sede del barrio del Arrabal -en el propio casco urbano de Teruel-. Entre las tres suman en total 70 plazas.

Administraciones

El centro de Villaspesa ha costado 267.000 euros que llegaron del Plan E estatal para el desarrollo del empleo. El presupuesto incluye la construcción del edificio y el equipamiento interior. Los gastos de personal o, lo que es lo mismo, los salarios de las dos técnicas superiores en Educación Infantil que atenderán a los niños y de la coordinadora de las tres subsedes, corren a cuenta del Gobierno aragonés. El Consistorio se hará cargo del mantenimiento de las instalaciones. En las otras dos escuelas municipales, sin embargo, fue el Ayuntamiento quien costeó la construcción.

El Ayuntamiento organizó ayer una jornada de puertas abiertas para que padres y niños conocieran las instalaciones, y hasta ellas se acercaron bastantes personas. El edificio, como destacó el alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, se encuentra en un sitio muy soleado y en el mismo recinto que el colegio de Educación Primaria, "lo que facilitará la integración de los pequeños en el sistema escolar". La ubicación elegida fue criticada inicialmente, pues la construcción del centro comportaba la tala de algunos árboles, pero pese a ello el Consistorio se decantó por el lugar. De hecho, estas diferencias sobre el emplazamiento ocasionaron que la escuela vaya a abrirse finalmente más tarde de lo previsto, según Ferrer.

La escuela tiene dos unidades con baños adaptados independientes, comedor, cocina y una sala de sueño. Cuenta asimismo con una zona exterior con columpios y juguetes. El precio, según explicó la concejala de Educación y Turismo, Conchita Catalán, es similar al de las guarderías privadas -50 euros de matrícula y 120 euros al mes- si bien el horario de funcionamiento es mucho más amplio que el de estas, pues abarca 12 horas, lo que ofrece una mayor comodidad para los padres a la hora de dejar y recoger a los niños. No obstante, no está permitido que los progenitores dejen a sus hijos más de nueve horas, pues se entiende que resultaría perjudicial para ellos.

Proyecto educativo

Catalán resaltó que otra de las diferencias con las guarderías convencionales es que los alumnos son atendidos de acuerdo a un proyecto educativo oficial. Por este motivo, los pequeños deben llevar un horario. "No vale con dejarlos una hora y ya está. Deben seguir un programa", destacó la edil.

Por el momento, la escuela infantil de Villaspesa ha recibido seis solicitudes, si bien el Ayuntamiento de Teruel espera que las peticiones se incrementen a partir de ahora, al haberse finalizado la construcción.

"Cada vez hay más demanda de este tipo de centros", manifestó Ferrer. El alcalde de Teruel explicó que la razón de instalar dos de las tres subsedes de la escuela municipal en barrios pedáneos responde a la tendencia de la población joven a vivir en ellos.

Aunque coincidió con la opinión de Ferrer, la alcaldesa pedánea de Villaspesa, Gloria López, matizó que la crisis económica y la caída del sector de la construcción se han dejado notar en la pedanía y en los últimos meses ya no son tantas las familias que solicitan suelo para construirse una casa o se interesan por viviendas ya edificadas.