Los samperinos ya están oficialmente de fiesta tras el lanzamiento del chupinazo en la mañana de ayer y la posterior gaseosada, que marcaron el inicio a seis días de celebraciones y diversión. Mientras las campanas volteaban, cientos de samperinos se entregaban al frenesí festivo lanzando gaseosa por los aires tras el estallido del cohete anunciador, prendido por el concejal de festejos Antonio Sevil.

En ese momento, los jóvenes improvisaron bailes, kongas, y no pararon de saltar al ritmo de la charanga, mientras se enzarzaban en una lucha donde la única munición permitida era la harina y los huevos. Incluso algunos peñistas precavidos acudieron con un bote de champú para aprovechar el chapuzón.

El ambiente, inmejorable, poco a poco se fue trasladando hasta el Arco de Santo Domingo, donde el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Antonio Arrufat, ató el cachirulo azul al Santo. A continuación, los peñistas iniciaron un recorrido por las calles, mientras los vecinos los mojaban con mangueras y les tiraban cubos de agua. La tarde trajo consigo la celebración del desfile de carrozas, que contó con la presencia de 14 participantes.

Las fiestas afrontan hoy el día principal, con la misa en honor a Santo Domingo y la solemne procesión por las calles.