AMOR PASCUAL, ALCALDESA DE ALCAÑIZ

"Motorland no es una isla de la DGA; tiene que mirar más hacia Alcañiz"

La regidora de la capital bajoaragonesa hace balance de sus tres años de gobierno desde su victoria electoral en mayo de 2007 y desgrana los retos pendientes de la ciudad.

La alcaldesa de la capital bajoaragonesa, Amor Pascual, de IU, durante la entrevista realizada en su despacho.
"Motorland no es una isla de la DGA; tiene que mirar más hacia Alcañiz"
IVáN MOLINA

La alcaldesa de la capital bajoaragonesa, Amor Pascual (Alcañiz, 1970), realiza un balance de tres años de legislatura tras su victoria electoral en mayo de 2007. Tres años de política municipal que han supuesto "un giro a la izquierda" tras tres legislaturas de gobierno del PP con Carlos Abril al frente de la Alcaldía.

Tras estos tres años, ¿cómo valora el cambio a la izquierda que se produjo en el gobierno del Ayuntamiento en 2007?

El cambio es evidente y se puede ver en muchísimas cosas. Para empezar, en el acercamiento a los ciudadanos. El Ayuntamiento era un edificio cerrado y, aunque el anterior alcalde era una persona cordial y afable con los vecinos, era bastante difícil que vinieran a hablar aquí con su alcalde o con los distintos delegados de las áreas. No tenían información de lo que aquí se hacía. Desde el primer día quisimos abrir el Ayuntamiento a la ciudadanía y que todo el mundo la considerase su casa común. Es un cambio sustancial.

Los dos primeros años, IU gobernó con cinco concejales en minoría hasta que en febrero de 2009 se firmó el pacto de gobierno con el PSOE. ¿Cómo han sido estos 15 meses tanto a nivel de relación política como de gestión diaria del Ayuntamiento?

El tiempo que gobernamos en solitario fue ciertamente complicado. Fue como comenzar desde cero con personas nuevas y jóvenes, lo que requería un tiempo de aprendizaje y adaptación. Al año y medio después firmamos el pacto con el PSOE, y desde entonces el trabajo resulta más cómodo y agradable. Tenemos la garantía de que los temas van a salir adelante y el apoyo mutuo hace más eficaz el trabajo. Las relaciones entre partidos son excelentes, tanto a nivel personal como político. Para Izquierda Unida está siendo muy satisfactorio y yo espero que pueda ser reproducido.

¿Piensan mantenerlo tras las próximas elecciones?

Por supuesto. Esperamos que pueda haber un nuevo gobierno de izquierdas la próxima legislatura.

¿Se van a presentar juntos IU y PSOE a las elecciones en Alcañiz?

Son cuestiones complicadas que dependen de los propios partidos y exceden de lo que es un pacto local. El entendimiento y la buena sintonía se traducirán en la campaña electoral y en los acuerdos postelectorales que puedan hacerse.

El triunfo de IU en 2007 se basó en tres pilares fundamentales como fueron el traslado de la empresa SYCA fuera del casco urbano, la paralización de la variante y la recuperación del casco histórico. ¿Cree haber defraudado expectativas?

En el triunfo de IU tuvieron que ver muchas cosas, no solamente eso. Hicimos un gran trabajo en la oposición y pasamos de cero concejales a dos y luego a cinco. Eso es el fruto de una campaña electoral en la que, además no tuvimos casi presupuesto. Quisimos contar con la gente, ser muy participativos y hacer una oposición constructiva. Nuestra posición en la variante era minoritaria, pero fue entendida por los ciudadanos, porque fue valiente y honesta. Fue tan razonable nuestra propuesta como que la futura A-68 va a ir por el norte de la ciudad. El tiempo nos va a dar la razón. Siempre dijimos que haríamos todo lo posible porque esa variante no se hiciese y seguimos pensando que es un error haberla hecho por su coste económico y medioambiental. En relación al traslado de SYCA, ha sido una prioridad para todos los grupos políticos porque se sabía que la empresa sobrepasaba los niveles de partículas permitidas. Hemos hecho muchas cosas desde que entramos y el colofón va a ser el traslado, porque lo que está claro es que no puede estar en el casco urbano. La ciudad ha crecido y la fábrica está en medio, por tanto tiene que salir de allí. El PGOU la va a dejar fuera de ordenación y ahora se están buscando fórmulas para ese traslado. No se puede decir que esa fábrica sea el causante de problemas de salud, pero sí que esas emisiones tienen consecuencias. Ahí está el Plan de Calidad del Aire que se ha puesto en marcha. En el último año no se han superado las emisiones debido a los controles y a que ha sido un año lluvioso y la producción ha bajado, sin embargo, seguimos trabajando en el traslado. No podemos obligarla a que se vaya por razones medioambientales, pero sí por razones urbanísticas.

En relación con la recuperación del casco histórico...

Ahí sí que el éxito es incontestable. Cualquier persona que viene a Alcañiz se da cuenta de que las ayudas del ARI han hecho que se renueve todo el casco viejo y que ese espacio vuelva a cobrar vida. Es visible lo bien que está quedando. Animamos a la gente a que rehabilite. Estamos negociando con DGA el aumentar esas ayudas porque los objetivos inicialmente se han cumplido. El casco viejo es donde más dinero se ha invertido esta legislatura. La propuesta del anterior plan destrozaba parte de su trama urbana, por eso hemos aprobado un Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral, que dejara el casco de Alcañiz en ocho o diez años como uno de los mejores de España.

¿Cuáles son las relaciones del Ayuntamiento con Motorland y qué esperan de la Moto GP?

El Ayuntamiento tiene una buena relación con Motorland, lo que pasa es que nosotros siempre le hemos pedido una mayor transparencia y participación. No hay que olvidar nunca que Motorland nació porque durante 25 años muchas personas trabajaron en el circuito urbano. Motorland no es una isla del Gobierno de Aragón; es una parte de Alcañiz y no puede mirar hacia afuera, sino hacia Alcañiz. Queremos que tengan más en cuenta a los ciudadanos de Alcañiz. Siempre hemos estado a su disposición en cualquier evento. No podemos vivir de espaldas a Motorland, pero tampoco Motorland de espaldas a nosotros. La Moto GP es una satisfacción, nos va a obligar a gastar dinero, pero el beneficio en promoción de la ciudad va a valer la pena.