TERUEL

Alumnos expulsados se rehabilitan trabajando en centros sociales de las Cuencas Mineras

Los estudiantes hacen de 'lazarillo' para ancianos o disminuidos psíquicos, en una iniciativa pionera en la provincia.

El centro de discapacitados psíquicos de Utrillas -en la foto- acoge alumnos expulsados que prestan su ayuda en el taller ocupacional.
Alumnos expulsados se rehabilitan trabajando en centros sociales de las Cuencas Mineras
antonio garcía

La Comarca de las Cuencas Mineras ha puesto en marcha por segundo año consecutivo una iniciativa con los alumnos expulsados del Instituto de Educación Secundaria Lázaro Carreter de Utrillas que está dando muy buenos resultados y que resulta pionera en toda la provincia. En lugar de quedarse en casa los tres o cuatro días que dura la sanción, los estudiantes se integran en centros sociales de la zona colaborando en las tareas que allí se realizan.

 

Como si fueran 'lazarillos' -así se llama el proyecto- acompañan a los ancianos de la residencia pública de Utrillas en su paseo diario o ayudan a los discapacitados intelectuales de la asociación Atadi en las labores que desarrollan en su taller ocupacional. Otros, son destinados a oficinas municipales de la zona, donde se ocupan de fotocopiar documentos, archivar papeles o limpiar el polvo de los muebles. Otros, finalmente, se ponen al servicio de la Cruz Roja, que tiene un centro para la recuperación de drogodependientes en la comarca.

 

"Solamente con que uno de los chavales expulsados por mala conducta se recuperara, el proyecto ya estaría justificado, pero hay que decir que son más, que este año estamos teniendo menos expulsiones que el anterior", explicó Mª Josefa Tirado, directora del Instituto Lázaro Carreter. En el curso 2008-2009 este centro educativo firmó 17 sanciones de este tipo a 14 de sus alumnos por mal comportamiento. Se trató en muchos casos de contestaciones inadecuadas al profesorado. En lo que llevamos de año, apenas ha habido dos o tres estudiantes castigados.

 

Adaptado al perfil

El trabajo que cada alumno tendrá que desarrollar en los días que dure la exclusión se decide conjuntamente entre la Dirección del Instituto, la institución Comarcal, los padres afectados y el centro colaborador del proyecto 'Lazarillo'. "Personalizamos mucho. Hablamos con todos los que forman parte del programa y elegimos el cometido que mejor va con el perfil y la personalidad de cada chaval", explicó Mª José Alonso, trabajadora social de la Comarca Cuencas Mineras.

 

El proyecto 'Lazarillo' surgió como alternativa reeducadora para los alumnos conflictivos del Instituto Lázaro Carreter de Utrillas. La institución comarcal, promotora del programa, ha expresado en alguna ocasión que enviar a casa a los estudiantes con mal comportamiento "es más un premio que un castigo". Aunque iniciativas similares no se han puesto en marcha en el resto de la provincia, en Aragón sí existen poblaciones que desarrollan esta experiencia y otras comunidades autónomas se han hecho eco de la misma, explican desde Atadi.

 

La directora del Lázaro Carreter destaca que no siempre el centro educativo encuentra en los padres el apoyo que sería necesario, si bien el proyecto 'Lazarillo' ha permitido en muchos casos mantener un contacto con los progenitores afectados que ha sido muy beneficioso para todos. "Cuando la familia se implica y presta su respaldo, el chaval se recupera muy bien, lo que no ocurre en caso contrario", afirma Mª Josefa Tirado.

 

La desmotivación para el estudio y el mal comportamiento en clase son los problemas más comunes que afectan a los alumnos que acaban expulsados, según Tirado. La directora del Instituto de Utrillas resalta, no obstante, que el centro no es distinto a otros ni registra un mayor índice de estudiantes conflictivos.