COMARCA DE CUENCAS MINERAS

Espuña estudia instalar en Mezquita de Jarque el secadero previsto inicialmente para Utrillas

La mayor altitud del primer municipio, adecuada para la curación de jamones, ha inclinado la balanza a su favor

Espuña no ha renunciado al proyecto de instalación de un secadero de jamones en la comarca de Cuencas Mineras. Aunque la empresa cárnica ha abandonado la idea de ubicar una planta de salazón y un secadero en Utrillas -como se barajaba en principio-, estudia ahora la posibilidad de montar estas instalaciones en Mezquita de Jarque, un pequeño municipio de la misma comarca.

 

La mayor altitud de la localidad, situada a 1.287 metros sobre el nivel del mar, es uno de los requisitos que ha inclinado la balanza a favor de Mezquita de Jarque. El gestor de nuevos proyectos de Espuña, Ferrán Saura, confirmó que la empresa catalana negocia con el Ayuntamiento del pueblo turolense y con la DGA la implantación de este negocio. Según agregó, "la altura y el entorno de Mezquita nos parece más adecuado para la actividad de la planta".

 

El proyecto conlleva la creación de unos 15 puestos de trabajo, necesarios para un proceso de salazón muy mecanizado, y una inversión de alrededor de 6 millones de euros. Está previsto que las instalaciones produzcan en torno a 600.000 piezas al año. "Si sale adelante -explicó Ferrán Saura-, todos los jamones de Espuña se secarían en esta planta".

 

La empresa, de ámbito nacional, cuya primera actividad en la provincia comenzó en Utrillas hace cuatro años con una fábrica dedicada al loncheado, ha iniciado los primeros contactos con los perniles turolenses hace muy poco tiempo. No obstante, el nuevo proyecto permitiría extender su producción al jamón de denominación.

Financiación de la nave

La instalación definitiva del secadero en Mezquita dependerá de las negociaciones que se llevan a cabo entre la firma cárnica y las instituciones aragonesas. Ferrán Saura manifestó que, en principio, se pretende que las condiciones para instalarse en la pequeña localidad "sean las mismas que las planteadas en Utrillas". Entre las exigencias de Espuña, figura la financiación por parte del Ayuntamiento de la nave donde se instalarán el secadero y la planta de salazón, unas infraestructuras que pueden suponer un coste de unos 2,5 millones de euros.

 

El gestor de nuevos proyectos de Espuña manifestó que la empresa "se siente muy a gusto en la provincia de Teruel", y añadió que se muestra dispuesta a seguir apostando por este territorio, "siempre que haya un apoyo de las instituciones".

 

El representante de la industria cárnica rechazó que se esté llevando a cabo una política de reducción de plantilla, como algunos sindicatos han manifestado tras el despido de varios trabajadores de la fábrica de Utrillas. Saura dijo que esta medida obedece a un proceso de ajuste de la producción a la demanda que se realiza habitualmente tras el verano, cuando desciende el consumo. "Lo de este año -continuó- no ha sido una excepción. De hecho, en Utrillas seguimos creciendo de forma constante".

 

Además del secadero de Mezquita, Espuña contempla la posibilidad de ampliar las instalaciones de Utrillas, dedicadas al loncheado y deshuesado de los jamones.

 

Según manifestó, la posibilidad de que se expanda la actividad que se lleva a cabo en esa localidad minera dependerá en gran medida de si la mesa de la minería acepta cambiar el destino de una subvención que ya había dedicado al secadero.

Polígono industrial

En Mezquita de Jarque se ha recibido con gran satisfacción la posibilidad de que Espuña ubique el secadero en la localidad.

 

El alcalde, Herminio Sancho, manifestó que la habilitación de terrenos para la instalación del secadero no implica ningún problema para la localidad, cuyo Ayuntamiento dispone de suficientes solares en el futuro polígono industrial. Reclamó, sin embargo, de las instituciones autonómicas y provinciales, el mismo trato que el otorgado a Utrillas, con subvenciones para costear las infraestructuras que se alquilarían a Espuña. Mezquita de Jarque es un municipio de 130 habitantes, con recursos totalmente insuficientes para asumir una inversión de esta envergadura. Sancho afirma que esto no debe ser un escollo para materializar el proyecto. "Una oportunidad como esta no se da tantas veces en Teruel", dijo.